La recesión por la que atraviesa la industria en México se profundizó en septiembre pasado, a consecuencia de la menor construcción de obras y la lenta extracción de petróleo y gas.
El Inegi reportó que la actividad industrial, sector que representa una tercera parte de la economía nacional, se contrajo 1.8% en septiembre del presente año con respecto al mes similar de 2018.
Se trata del retroceso más pronunciado en tres meses y el décimo primero consecutivo, porque la producción industrial se mantiene en recesión desde noviembre del año pasado, siendo la racha negativa más prolongada desde la crisis internacional de 2008-2009.
El retroceso estuvo relacionado con las actividades de construcción, en particular con los trabajos especializados en esta industria, que cayeron 13.7%, mientras que las edificaciones disminuyeron 8.2% y la construcción de obras de ingeniería civil 4.3%.
Para Juan Carlos Alderete, analista de Banorte, la construcción sigue sin ofrecer evidencia más positiva en términos del dinamismo hacia el futuro.
El especialista cree que el plan de infraestructura que el gobierno federal planea anunciar hoy con la iniciativa privada, que incluye alrededor de mil 600 proyectos, debe ser positivo para la industria de la construcción.
No obstante, considera que el efecto se verá con mayor claridad hasta 2020, porque depende de la aceleración de procesos.
Por el lado positivo, la industrias manufactureras repuntaron 0.8%, debido a que las fábricas de bebidas y del tabaco elevaron su producción 4.2%.
La fabricación de maquinaria se incrementó 2.4%, al igual que la producción de equipo de computación y comunicación.
Destaca la elaboración de equipo de transporte, cuya producción aumentó 1.9%, dado que la industria automotriz no estuvo tan impactada por la huelga de General Motors (GM) en Estados Unidos durante septiembre.
Sin embargo, Juan Carlos Alderete advierte que este paro laboral sí afectará la actividad industrial en octubre.
El especialista de CitiBanamex, Sergio Luna, anticipa una recuperación modesta en la industria mexicana en los últimos meses del año, impulsada por un crecimiento en la demanda externa y una gradual estabilización de la inversión.
Entre enero y septiembre del presente año, la industria en México acumula un retroceso de 1.7% en comparación con el mismo periodo de 2018, tratándose del peor resultado desde 2009 para un lapso similar.
Las más recientes cifras de confianza empresarial y producción automotriz auguran un panorama complicado para la industria en lo que resta del año, opinó Alejandro Stewens Zepeda, especialista de Scotiabank.