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A pesar de que se logró un pacto migratorio entre México y Estados Unidos que frenó la imposición de aranceles a productos nacionales, en el país se vive un entorno de incertidumbre producto de decisiones gubernamentales que ponen en entredicho la posibilidad de aumentar el crecimiento económico, dijo el CEESP
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) informó que la situación es compleja porque hay afectaciones en la actividad productiva, cancelación de obras y recientemente problemas en las finanzas públicas, luego de que calificadoras redujeron la nota de la deuda de México.
Expuso que la amenaza del presidente Donald Trump de imponer aranceles de 5% a partir del 10 de junio y gradualmente iban a aumentar hasta 25% hacia octubre, generó volatilidad en los mercados y en el tipo de cambio.
De cobrarse esos aranceles la afectación hubiera sido “severa” para la economía nacional. Sin embargo, el CEESP consideró que la amenaza fue parte de la confrontación directa que utiliza el presidente estadounidense contra México, por lo que al acercarse el inicio de su precampaña para la reelección, hizo esa advertencia con un trasfondo político.
Explicó que si bien hay más control de gasto público, esos ahorros “comienzan a reflejarse en un deterioro de las funciones del gobierno en diversos programas, como la falta de medicamentos y la menor calidad del servicio de salud, así como la retención de recursos para otros gastos”.
Así como el pago de adeudos fiscales de ejercicios anteriores, que entre enero y abril fue 86.2% menos al del mismo lapso de 2018, al caer de 63 mil 764 a 9 mil 148 millones. Por otra parte, hay falta de claridad sobre cuál será el modelo de negocios para el sector energético, tras la cancelación de las subastas de yacimientos petroleros y del mercado eléctrico.
Está también la baja de calificación que hizo Fitch Rating a la deuda soberana de México y la modificación de Moody’s a perspectiva, de estable a negativa.
“México enfrenta un entorno de creciente incertidumbre después de varias decisiones de política económica que han puesto en entredicho la posibilidad de elevar el ritmo de crecimiento de la actividad productiva”, como la cancelación del aeropuerto de Texcoco o la decisión de construir la refinería de Dos Bocas.
Además de que la inversión fija ejecutada a mayo arrojó una caída anual de 5.9% y el consumo privado se redujo 0.8%, respecto al año anterior.
Para el CEESP “no hay duda de que la situación es compleja. Todo indica que es el momento preciso para fortalecer la alianza entre el sector privado y público con el objetivo de establecer metas de inversión productiva que sean complementarias, cumpliendo con todos los requisitos que la ley establece, de tal manera que esto conduzca a un impulso del ritmo de crecimiento económico”.