El Servicio de Administración Tributaria (SAT) contará con información actualizada de los socios y accionistas para ver prácticamente hasta “las tripas” de las empresas en México sin importar su tamaño o sector, a través de un aviso que deberán entregar 2 millones de personas morales.
Mañana martes vence el plazo para cumplir con la nueva disposición que por primera vez se aplicará a raíz de los cambios fiscales que aprobó el Congreso de la Unión el año pasado.
A los que no cumplan se les cancelará el sello digital, con lo cual no podrán facturar, o tendrán que pagar una multa que va de entre 3 mil y 10 mil pesos.
En el catálogo de obligaciones para las empresas hay una nueva que se menciona en el artículo 27 apartado B, fracción VI del Código Fiscal de la Federación.
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Se establece que tendrán que presentar un aviso en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC) con información actualizada de los socios o accionistas.
Deben incluir el nombre y la clave del RFC de cada uno cada vez que se realice alguna modificación o incorporación.
Esta información podrá ser útil para el fisco a fin de detectar a defraudadores fiscales o posibles delitos con operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Pueden darse casos de que haya prestanombres en las actas constitutivas de las empresas y que de alguna manera también puedan figurar en otras compañías.
Consideró que la información puede ser útil para el reporte conocido como vigilancia profunda que elabora el fisco, que es una especie de informe que muestra “las tripas” de cada contribuyente, en el cual se pueden detectar discrepancias fiscales.
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Para ilustrar este procedimiento hace una comparación con las prácticas utilizadas en el Poder Judicial.
“Cuando el SAT ubica una discrepancia invita al contribuyente a una reunión; para ello le notifica al representante legal y cuando asiste lo pasa a un lugar que es una especie de sala de tortura” como las que usaban los judiciales”, dijo.
Es una área en donde sólo existe un monitor de televisión y no se permite a los contribuyentes utilizar el celular ni tomar fotos o video.
Ahí los funcionarios del SAT le muestran este reporte de vigilancia profunda con los movimientos fiscales del contribuyente en los últimos cinco años y su nivel de cumplimiento para ver si ha subido o bajado el pago de impuestos y por qué.
Zepeda enfatizó la forma en que se hace no tiene ningún sustento legal, por lo que se puede interpretar como una intimidación para decirle que dadas las discrepancias hay un adeudo fiscal.
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También el reporte de vigilancia profunda mostrará si el contribuyente es socio o accionista de otras empresas, es decir, la relación que tiene con otras compañías.
Para el especialista, es la parte en la que entrará la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)para buscar la relación de empresas con operaciones simuladas.
El especialista dijo que pareciera que se trata de una obligación muy simple de enviar el aviso al SAT, pero en realidad trae un trasfondo que es muy importante.
Por eso, recomendó que aunque no haya ninguna modificación de los integrantes del consejo con sus accionistas o socios, es preferible enviarlo para evitar sanciones y no ser molestado por el fisco.
Lo increíble, es que muchas empresas no saben la relevancia que tiene esta nueva disposición, y por ello pocas empresa la están cumpliendo o se están esperando hasta la fecha límite, advirtió.
El plazo vence el próximo 30 de junio y seis de cada 10 empresas no lo han hecho, con el riesgo de perder su sello digital y pagar multas, destacó.