El proyecto energético más importante de esta administración, la Refinería Dos Bocas, en Tabasco, enfrenta problemas por incumplimiento en la ejecución de trabajos asignados a una contratista, pero su posible sucesora, Construcciones Industriales Tapia (Citapia) también tiene un largo historial de informalidades con Petróleos Mexicanos (Pemex).
La compañía Hostotipaquillo “no pudo” con los paquetes 4 y 6 del proyecto que obtuvo, junto con Kellogg Brown & Root (KRB) y Mexicana de Recipientes a Presión, vía una invitación restringida, según revelaron fuentes del sector.
Desde inicio del año dio muestras de incumplimiento y aun así, en febrero de este año la Secretaría de Energía (Sener) decidió darle 30 días más para cubrir los rezagos que afectaron el desempeño de su socia, la estadounidense KBR.
Una vez que el plazo venció en marzo los problemas siguieron acumulándose en abril y ahora, explicaron las fuentes consultadas, “es cuestión de días para que quede fuera del proyecto”.
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Incluso, la Secretaría de la Función Pública alista un expediente por rezagos fiscales de la empresa de Abraham Baruch Zepeda.
Así, la Sener trabaja en la sucesión de Hostotipaquillo, pero la posible sucesora tiene largo historial de incumplimiento.
Funcionarios de la dependencia revelaron que Hostotipaquillo sería reemplazada por Construcciones Industriales Tapia (Citapia), de Juan Carlos Tapia Vargas, señalada además de estar ligada a los acuerdos que Emilio Lozoya tuvo con Odebrech y que motivaron la detención del exservidor bajo los cargos de corrupción.
Expedientes de la Fiscalía General de la República indican que Citapia estuvo vinculada al robo de combustibles y está bajo la lupa del FBI por presunto lavado de dinero proveniente del huachicol.
La llegada de esta firma a la Refinería Dos Bocas “sería un serio problema, en especial para el fiscal Santiago Nieto, pues la empresa ha sido señalada por estar ligada a actos de corrupción más visibles del sexenio pasado y que ahora reciba los paquetes 4 y 6 del proyecto más importante de la 4T”, detallaron.
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En el expediente sobre la investigación del caso Odebrecht en Brasil, salió a relucir la liga de Tapia Vargas con Lozoya Austin.
Luis Alberto Meneses Weyll, alto ejecutivo de la empresa brasileña, expuso en los interrogatorios que Lozoya Austin le sugirió buscar a Tapia para complementar los servicios para los contratos que le serían asignados y fue el mismo exdirector de Pemex quien concretó la reunión Meneses Weyll con Juan Carlos Tapia Vargas.
Días antes de asumir la dirección de Pemex entregó a Citapia en sociedad con Technip, Global Off-shore México, Tapia y Technip Stone & Webster Process Technology el contrato ROPL08212P para la ingeniería de detalle del sistema de gases de combustión de la Planta Catalítica No. 1 de la Refinería Ing. Héctor R. Lara Sosa, de Cadereyta, Nuevo León, por 53.9 millones de dólares.
La Auditoría Superior de la Federación, en la fiscalización de la Cuenta Pública 2016, documentó sobrecostos por 30.1 millones de dólares y la ampliación en el tiempo de los trabajos.
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En total, los 13 contratos entregados a la empresa de Tapia Vargas durante la administración de Emilio Lozoya sumaron 3 mil 620 millones de pesos, en alianza con OHL Industrial, Aqualia Infraestructuras, Technip y Odebrecht.
Información entregada vía la Plataforma Nacional de Transparencia revela que Juan Carlos Tapia Vargas es socio de Hostotipaquillo en el Paquete VI de Dos Bocas, a través de la empresa Mexicana de Recipientes a Presión (MRP), según la escritura 58048, Volumen 778 de fecha 22/01/2007 del NP Raúl Sicilia Alamilla, de Tula de Allende, Hidalgo.
De esta forma, Hostotipaquillo y Tapia simularon ser dos empresas diferentes para sumarse a KBR en un contrato de 78.4 millones de dólares del llamado Paquete 6.
Los paquetes 4 y 6 de la Refinería Dos Bocas tiene un valor de 155.7 millones de dólares.