En busca de fortalecer a la industria petrolera nacional, ofrecer mejores precios a los consumidores y al mismo tiempo generar ingresos al erario, expertos recomiendan que el gobierno federal analice la posibilidad de importar crudo ligero.
“Yo creo que sería una buenísima encuesta que se pueda hacer a la ciudadanía mexicana sobre qué preferiría: asegurar que todo el petróleo que se produce en México sea refinado aquí, mismo que resulta en productos más caros y de peor calidad, o tener una mezcla de productos que pueda resultar en mejor calidad y menor precio”, dijo Carlos Pascual, vicepresidente senior de Geopolítica y Asuntos Internacionales de S&P Global Commodity Insights.
En entrevista con EL UNIVERSAL explicó que el Sistema Nacional de Refinación (SNR) de Petróleos Mexicanos (Pemex) consta de seis refinerías viejas que están configuradas para procesar mejor el crudo ligero y, por el contrario, la empresa extrae más crudo pesado.
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De acuerdo con los datos más recientes de la petrolera, sin considerar los condensados, 68% del crudo que se extrae del subsuelo es pesado y sólo 32% es ligero.
Por eso, de las seis refinerías viejas se genera más combustóleo, un refinado de bajo valor comercial y con alto contenido de azufre, y al mismo tiempo se obtienen menos combustibles automotrices.
En la actualidad, aunque no hay detalles de los planes de la nueva administración federal, se mantiene el propósito de dejar de exportar crudo para procesarlo en México y generar las gasolinas en un esfuerzo hacia la autosuficiencia energética en hidrocarburos.
Sin embargo, al cierre de agosto pasado, las cifras de la Secretaría de Energía (Sener) arrojan que 56% de las gasolinas y diesel que se consumen en México es importado.
Para Fluvio Ruiz Alarcón, exconsejero independiente de Pemex, dejar de exportar le resta ingresos al gobierno federal, ya que su más grande comprador es Estados Unidos, que tiene refinerías configuradas para procesar mejor el crudo pesado.
“Y en México, la calidad de la dieta con la que se alimentan las refinerías del país no es la adecuada para la que fueron diseñadas, así que habría que revisar las posibilidades de importar [crudo] ligero”, agregó el experto.
En este gobierno puede darse esta situación, en la que México se convierta en importador, a la par que es exportador de petróleo pesado, comentó.
Pascual explicó que México puede enviar crudo pesado y traer crudo ligero en su relación comercial con la Unión Americana, lo que generaría eficiencias como las que tiene EU, que es el mayor productor y uno de los principales importadores de crudo.
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Esto evitaría generar más combustóleo, perder cantidades millonarias de dinero en procesos de refinación y también continuar ingresando recursos importantes al erario por las ventas en el extranjero.
Sólo en el primer semestre de 2024, Pemex Transformación Industrial (PTRI) tuvo pérdidas por 270 mil millones de pesos, mientras dejaron de ingresar al erario 177 mil millones de pesos entre enero y agosto al caer las exportaciones.
Dentro de los análisis, Pemex también deberá contemplar que el barril de crudo ligero es en promedio 10 dólares más costoso que el pesado, según especialistas.
Sin definición
La presidenta Claudia Sheinbaum y el director de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, han señalado que se pretende estabilizar la producción de Pemex en 1.8 millones de barriles diarios para atender a la industria refinadora nacional prioritariamente, pero esto ya ha dejado efectos negativos, pues la aportación petrolera al erario ha sido la más baja desde 1990 al dejar de exportar crudo y por las condonaciones de impuestos a la empresa pública.
Al mismo tiempo, la petrolera ha aumentado su deuda con proveedores y ya está ejecutando un recorte en el presupuesto de la subsidiaria Pemex Exploración y Producción (PEP).
El gobierno federal planea presentar una estrategia energética en los próximos días, mientras los funcionarios del sector no han adelantado nada sobre este programa que se apegará a la reforma energética en proceso de aprobarse.
Con base en la política energética del gobierno pasado, Pemex apostó por cumplir con la autosuficiencia energética, y en ese propósito de dejar de importar gasolinas y diesel también ha puesto en marcha la construcción de dos coquizadoras que procesan el combustóleo.
La primera coquizadora debería estar lista en 2025 en Tula, Hidalgo, y la segunda para el siguiente año en Salina Cruz, Oaxaca.
Asimismo, Pemex espera aumentar el procesamiento de crudo en México considerando que la refinería Olmeca está en pruebas y opera a 25% de su capacidad.
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