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La muerte por vejez de la expansión del ciclo económico en Estados Unidos pone a navegar a la economía nacional por mares complicados, pues podría ser el preludio de la próxima recesión global, advirtió el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
“Como si fuera superstición financiera, en los últimos 51 años se ha invertido la curva [de rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos] en seis ocasiones, y han precedido recesiones económicas”, dijo el presidente del instituto, Fernando López Macari.
En conferencia, afirmó que para los participantes de los mercados financieros esto es una señal de que se avecina una recesión.
“La evidencia empírica brinda más apoyo a la teoría de las expectativas, por lo que es muy probable que hoy nos encontremos cerca de la fase de expansión del ciclo económico actual y entremos en una desaceleración global en los próximos 18 meses”, expuso.
El vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos, Mario Correa, explicó que tras la recuperación de la crisis financiera de 2009, la preocupación es que el ciclo de expansión económica en Estados Unidos podría “morir de vejez” en un contexto en el cual está creciendo la deuda y déficit por la reforma fiscal aprobada.
“Estamos navegando en mares muy complicados, en dónde no sabemos si nos vamos a encontrar con un iceberg”, ponderó.
Lo anterior tendría efectos sobre México, porque los ingresos públicos se podrían frenar y se tendrían que hacer ajustes al gasto, sumado a la difícil situación de Petróleos Mexicanos (Pemex), alertó.
Consideró que el plan de negocios de la petrolera tendría que darse bajo una estrategia bien definida y el supuesto de una rentabilidad para el futuro cercano a favor de la inversión, porque de lo contrario se seguiría viendo como un lastre para las finanzas públicas.
El IMEF mantuvo por tercera ocasión su estimado para la economía este año en 1.5%, y por segunda vez en 1.8% para 2020.
Los ejecutivos de finanzas del país también hicieron un llamado a fortalecer el Estado de derecho, en un entorno en el cual la inseguridad pública aumenta.