El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE, una especie de PIB mensual) disminuyó 0.2% en términos reales en febrero, respecto al mes previo, con cifras desestacionalizadas; en tanto que reportó una contracción de 1.6% contra el mismo mes del año pasado, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Esta es la mayor baja registrada desde noviembre de 2009, al final de la Gran Recesión, y el resultado tiene que ver con una retracción en los tres grandes sectores que integran el indicador.
Por ejemplo, las actividades primarias ―relacionadas con la agricultura― tuvieron una disminución mensual de 5.7% y una baja a tasa anual de 8.3%.
En lo que se refiere a las actividades secundarias, vinculadas con la minería, construcción y manufactura, se reportó una contracción de 0.6% mensual y una caída de 3.5% anual, con lo que se acumulan 17 meses consecutivos a la baja.
Lo anterior fue resultado de un descenso anual de 9.54% de la construcción, es decir, la mayor contracción en registro para ese sector, y un declive de la manufactura de 2.19%, el mayor desde el que hubo en noviembre del año pasado.
Además, las actividades terciarias relacionadas con el comercio, transporte y otros servicios alcanzaron todavía un crecimiento mensual de 0.1% en febrero. Pese a ello, se registró una disminución de 0.3% respecto al mismo periodo de 2019.
Los demás subsectores del área de servicios no se vieron afectados durante febrero.
Analistas aseguran que en los meses siguientes, la actividad económica continuará reportando números negativos a causa del impacto de la crisis generada por el Covid-19 en el país, por lo que se prevé una caída superior a 6% al cierre de año.
El próximo jueves 30 de abril, el Inegi dará a conocer la estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) en los primeros tres meses del año, indicador que mostrará una imagen preliminar del desempeño de la economía.
Antes del Covid-19, la economía mexicana no había tocado el mínimo en su fase de debilitamiento y arrastraba problemas estructurales, destacó el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
Lo anterior queda de manifiesto si se considera la caída anual de 1.6% del IGAE en febrero, mes que precedió a la presencia en pleno de la pandemia en el país.
El organismo prevé una caída de 6.7% del PIB mexicano este año, que puede significar una pérdida de más de 60 mil millones de dólares y 960 mil empleos formales en 2020, ante un decrecimiento de la producción industrial de 8.5%.
José Luis de la Cruz, director del IDIC, planteó un decálogo para la reconstrucción de la economía nacional, el cual incluye blindar las cadenas de valor, una política industrial con inclusión social e inversión en desarrollo. Sugiere, por otro lado, negociar con Norteamérica y la Unión Europea para no interrumpir el flujo de bienes y servicios.
También destaca un Acuerdo Nacional de Preservación del Empleo y Fomento de la Inversión Productiva, además de una Ruta Crítica de Reactivación Económica.
“El coronavirus ha detenido el crecimiento económico porque tenemos un freno a las actividades productivas en un país, de por sí, de bajo crecimiento y alta pobreza”, expuso De la Cruz, quien preside también la Comisión de Estudios Económicos de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
El reporte añadió que entre 3 y 5 millones de mexicanos podrían caer en la pobreza en el mediano plazo, además del cierre definitivo de 200 mil empresas. Como factores adversos, De la Cruz citó también la crisis de los precios del petróleo y las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, y pronosticó que el tipo de cambio podría cerrar el año en 26.10 pesos por dólar.
* Con información de EFE