Ni los huachicoleros quieren el combustóleo que produce Petróleos Mexicanos (Pemex).
La Gerencia de Regulación, Medición, Calidad, Balance y Desarrollo Comercial de Pemex Logística realizó un balance del empaquetado que transporta a través de los poliductos de la petrolera y detectó que, a diferencia de gasolinas o diesel, el combustóleo no es del interés del crimen organizado.
De los 55 registros de empaquetado de este desecho enviados y recibidos a través de poliductos en 2019, sólo en 14 hubo pequeñas discrepancias.
Funcionarios de la petrolera consultados y que solicitaron el anonimato, indicaron que una tendencia “parecida” se pudo observar en 2020.
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“Al parecer, hasta los huachicoleros saben que hay pocos clientes —incluyendo mercado negro— interesados en éste y su precio se ha desplomado”.
Entre 2019 y 2020, de acuerdo con datos de PMI Comercio Internacional, el precio de exportación del producto bajó 38.9%.
En la bitácora sobre los empaquetados de combustóleo entregados por Pemex vía la Plataforma Nacional de Transparencia se aprecia que los volúmenes más grandes trasladados en 2019 llegaron íntegros a su destino.
En ese año, de los 906 empaquetados de gasolinas Magna y Premium, así como diesel y turbosina, 557 llegaron con menor volumen —equivalente a seis de cada 10—, por la extracción de huachicoleros en ductos a diferencia del combustóleo.
El pasado 19 de febrero de 2020, EL UNIVERSAL publicó que Pemex es víctima del huachicoleo al por mayor y que la impunidad y complicidad en la petrolera estatal ha llegado a tal grado en el robo de hidrocarburos que empaquetados completos de gasolinas, diesel, turbosina y hasta Metil-Terbutil-Eter (MTBE, oxigenante que se mezcla a las gasolinas), incluidas importaciones que son enviadas a través de poliductos se pierden en su totalidad en el camino.
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En enero de 2020, entró en vigor la nueva regulación medioambiental internacional que obliga a barcos a funcionar con combustible cuyo contenido en azufre no exceda 0.5% en peso.
El problema para México es que el combustóleo que produce Pemex tiene un contenido que llega a superar 5% de contenido de azufre, lo que convirtió a este producto en basura para el cual hay mercados limitados, uno de ellos es la quema en centrales termoeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).