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Petróleos Mexicanos (Pemex) podría haber alcanzado un total de 40 mil tomas clandestinas para el sexenio en septiembre, según los datos de perforaciones ilícitas correspondientes a agosto.
Además, si no se realizan medidas extraordinarias para inhibir el delito, y de continuar la tendencia que ha mostrado en los últimos cinco años y ocho meses, se corre el riesgo de cerrar 2018 con unas 58 mil perforaciones ilegales en sus ductos.
Esto significa que el próximo gobierno enfrentará un problema mayúsculo para frenar y reducir la incidencia de los huachicoleros en la red de 17 mil kilómetros de ductos, con una frecuencia que en los últimos dos años supera las 10 mil tomas clandestinas al año.
La empresa informó que en los primeros ocho meses de 2018 se han registrado 10 mil 101 perforaciones en los ductos por los cuales transporta petrolíferos, reportadas por medio de denuncias anónimas.
La tendencia en el aumento del delito es de tal grado que, faltando cuatro meses para cerrar el ejercicio 2018, prácticamente se alcanzaron las 10 mil 363 perforaciones registradas en 2017, que significaron un récord desde que se empezó a reportar esta actividad delictiva.
El director de Pemex, Carlos Treviño, dijo a EL UNIVERSAL que “lo que hacen esos delincuentes con el dinero que obtienen —unos 30 mil millones de pesos anuales— es peor, porque lo usan para armarse, para pagar informantes, para seguir violentando la ley y causando daño patrimonial a Pemex y el país”.
En Puebla, Guanajuato, Hidalgo, Veracruz, Jalisco, Tamaulipas y Estado de México se han perpetrado, en conjunto, 29 mil 150 tomas clandestinas de las más de 38 mil reportadas entre 2013 y agosto pasado. En esas entidades se realizaron más de siete de cada 10 perforaciones ilegales.