La banca de desarrollo en México cerró 2022 con una pérdida de mil 184 millones de pesos, con lo cual lleva tres años consecutivos de resultados negativos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
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Además, entre 2020 y el año pasado, el sector integrado por Nacional Financiera (Nafin), Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), Banobras, Banco del Bienestar, Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) y Banjercito acumuló pérdidas de 3 mil 989 millones de pesos.
El año anterior influyeron en el resultado las pérdidas de Nafin, por 7 mil 589 millones de pesos, así como las de Bancomext, por mil 970 millones.
Para el caso de Nafin, las pérdidas se incrementaron al pasar de 6 mil 667 millones de pesos en 2021 a 7 mil 589 millones de pesos al año pasado. En Bancomext se redujeron, al caer de 2 mil 461 millones a mil 970 millones de pesos en ese periodo.
Nafin tuvo ingresos por 27 mil 504 millones de pesos y gastos por 35 mil 93 millones de pesos el año pasado, pero también necesidades de financiamiento por 31 mil 585 millones de pesos.
Sin embargo, la concesión neta de crédito al sector privado y social se recuperó respecto a años anteriores, llegando a 19 mil 267 millones de pesos.
Banobras, considerada la estrella del sector, registró una ligera utilidad de 933.3 millones de pesos en 2022, por debajo de los 2 mil 347 millones de pesos de ganancias de un año antes.
Por su parte, Banco del Bienestar concluyó el año pasado con un resultado neto positivo de mil 69 millones de pesos, que se compara favorablemente con las pérdidas de 216.5 millones de pesos que tuvo en 2021.
De este sector, los mejores resultados los reportó Banjercito, por 3 mil 662 millones de pesos, aunque la ganancia se redujo respecto a la de 2021, cuando logró 4 mil 421 millones.
Rentabilidad y transparencia
Para la coordinadora de Análisis Económico de México, ¿cómo vamos?, Adriana García, pese a los números rojos, que la banca de desarrollo cumpla objetivos de proyectos rentables y transparentes es un elemento crucial.
Como ciudadanos se tienen derechos, dijo, pero las autoridades tienen a su vez la obligación de destinar los recursos con la justificación de que ese dinero va a tener un impacto positivo sobre todos los mexicanos.
Acusó que la estrategia en esta administración es que la banca de desarrollo acompañe proyectos prioritarios con administración militar, como en los casos de Banobras y el Tren Maya.
“Se destinan recursos para un proyecto que no ha presentado revisiones de rentabilidad financiera y social, e incluso de impacto ambiental”, dijo.
El objetivo de la banca de desarrollo en el entramado institucional es fundamental, dijo García, pero debe haber una justificación y rendición de cuentas para gastar en estos proyectos.
Mantienen calificación
El VP analista senior de Moody’s local México, Vicente Gómez, destacó que, si bien hubo un resultado negativo, lo importante es que la banca de desarrollo del país está bien capitalizada.
Además, históricamente es una banca profesional, dijo, pues tiene bastante bien medidos los riesgos; no obstante, en los dos últimos años subió un poco la morosidad dada la alta concentración de la cartera.
Moody’s da seguimiento a Banobras y Bancomext. Ambas instituciones tienen una calificación de Aaa.mx, que es la escala local más alta, ya que tienen la garantía soberana.
Por eso les preocupan tanto las pérdidas que reporta la banca de desarrollo, ya que eso de alguna manera está “enmascarado” por el aprovechamiento. Según el analista, tampoco se debe esperar que tengan una rentabilidad fuerte.
“No quiere decir que estén perdiendo dinero, hay que ver el ciclo”, dijo en entrevista.
“A través de los sexenios han logrado tener la suficiente rentabilidad para crecer su capital, fortalecerse y seguir prestando. Si bien están afectadas por este aprovechamiento que les saca el gobierno, les reinyectan capital a inicios de año”, explicó.
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Fondos de fomento
En tanto, los fondos de fomento terminaron el año pasado con una utilidad de 8 mil millones de pesos, una ganancia mayor a la obtenida en 2021, por 3 mil 120 millones de pesos.
También forman parte de este grupo Infonacot, los Fideicomisos Instituidos en Relación a la Agricultura (FIRA), el Fondo de Operación y Financiamiento Bancario a la Vivienda (Fovi) y el Fideocomiso de Fomento Minero (Fifomi).
De esta manera, le fue mejor al FIRA, que tiene como fiduciario al Banco de México (Banxico), con resultado neto positivo de 3 mil 988 millones de pesos en 2022, tras la pérdida de 772.7 millones que reportó en 2021.
Ocurrió lo mismo en el Infonacot, que logró aumentar sus ganancias de 2 mil 586 millones de pesos en 2021 a 2 mil 841 millones el año pasado.