Ante una recuperación económica que será difícil y prolongada sujeta a incertidumbre por el control insuficiente de la crisis sanitaria, se debe considerar reorientar el gasto público , fortalecer los ingresos de manera permanente y monitorear las reestructuras de créditos, advirtió el (Banxico).

Lo anterior en un entorno de cara a la política salarial del 2021 y un proceso electoral importante en nuestro país, en donde el margen de maniobra de actuación de la política monetaria se ha reducido, consideró.

También mostró su preocupación por los continuos plantones, tomas de infraestructura ferroviaria y casetas de peaje, robo de combustible y aumento de la inseguridad porque no abonan para un entorno propicio para la inversión .

Así lo expresaron en lo particular y en lo general los miembros de la junta de gobierno del banco central durante la reunión de política monetaria en la que se decidió por unanimidad bajar la tasa de referencia en 25 puntos base para quedar en 4.25%.

Según la minuta número 79, la reunión se llevó a cabo por enlaces virtuales, y se contó con la participación del titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera Gutiérrez , y el subsecretario del ramo, Gabriel Yorio González.

Ahí, algunos integrantes del órgano colegiado resaltaron el riesgo de la situación de las finanzas públicas y por el agotamiento de los recursos de los fondos de estabilización para 2021.

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Incluso, argumentaron que algunos de los supuestos en los que descansa el paquete económico del próximo año podrían no materializarse, sobre todo en la parte relacionada con la producción petrolera.

ESPACIO AGOTADO

La mayor parte de la discusión y motivación de los votos, se centró en los retos de la política monetaria frente a los riesgos para la inflación .

Entre las posturas expresadas, se planteó que con la reducción de 25 puntos base en la tasa , es probable que el espacio para el relajamiento monetario se haya agotado, lo que permitirá inducir la trayectoria de la inflación y sus expectativas hacia el objetivo de 3% en el horizonte en que opera la política monetaria.

Se puso de manifiesto que ello implica no solo desacelerar el ritmo de relajamiento de la política monetaria , sino también reconocer que los márgenes para un relajamiento adicional probablemente ya se agotaron, lo que subraya la conveniencia de iniciar una pausa tras esta decisión, lo que dependerá de la evolución de la inflación y sus expectativas.

Uno de los miembros consideró que la reducción de un cuarto de punto beneficiaría a la economía mexicana , sin poner en riesgo la estabilidad de precios.

Opinó que el ciclo de relajamiento debe desacelerarse, pero que hay espacio para continuar, ya que desde varias perspectivas, en su opinión, la flexibilización monetaria aún es insuficiente.

vcr/hm

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