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En enero pasado, el gobierno federal se apretó el cinturón, al gastar 31 mil millones de pesos menos que lo programado, mientras que la recaudación de impuestos se colocó por debajo de la meta.
Sin embargo, se logró un superávit primario que implicó que el gobierno federal no se endeudó para pagar intereses de la deuda.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dijo que en el primer mes de 2019 las finanzas públicas registraron un superávit primario de 15 mil 908 millones de pesos, cuando se preveía que sería un déficit de 614.3 millones de pesos.
Este saldo positivo es menor al superávit primario que se registró en enero de 2018, cuando fue de 36 mil 642 millones de pesos.
Para el titular de la Secretaría de Hacienda, Carlos Urzúa, este resultado es el reflejo de que las finanzas del país marchan por el camino correcto.
“Vamos bien, vamos muy bien”, aseguró el funcionario al término de la firma de un convenio entre el gobierno de la Ciudad de México y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de Hacienda.
Incluso, Urzúa destacó que en enero el gobierno federal superó lo planteado, ya que es el primer mes en que se alcanza la meta del balance primario con superávit.
En el Informe de las finanzas públicas y la deuda del primer mes de 2019, y bajo el escenario de ingresos y gasto delineado por el nuevo gobierno, con base en el paquete económico aprobado por el Congreso de la Unión, la SHCP destacó que los principales balances fueron mejores a lo programado.
Gasto a la baja. El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2019 se aprobó el 23 de diciembre de 2018, debido a que como fue cambio de gobierno, se discute y analiza para recibir el visto bueno de los diputados en el último mes del año, como marca la ley.
Por eso, las secretarías de Estado apenas están emitiendo las reglas de operación de los programas presupuestales a su cargo.
Además, la política de gasto de la nueva administración tiene el compromiso de distinguirse por la austeridad presupuestal.
Esto se reflejó en el ejercicio de enero: se tenía previsto un gasto neto total de 542 mil 714 millones de pesos, pero sólo se ejercieron 506 mil 709 millones de pesos.
De ese monto, las dependencias gastaron 364 mil 998 millones de pesos, cuando se tenían programados 380 mil 256 millones de pesos.
Uno de los ajustes más importantes se presentó en los ramos autónomos, con 55%:
En el calendario de gasto se estimaban 10 mil 722 millones de pesos y se observó un monto ejercido de sólo 2 mil 819 millones de pesos.
El Poder Judicial de la Federación reportó una baja de 88%; el Instituto Nacional Electoral vio caer su gasto en 38.7%, lo mismo que el Poder Legislativo, en 29%.
En cambio, dentro de la Administración Pública Centralizada no fue uniforme el menor gasto, ya que mientras que la Oficina de la Presidencia de la República reportó una disminución de 95.5% en su gasto, en la Secretaría de Bienestar aumentó 148.6%; en la de Energía subió 8.4%, y en la Fiscalía General de la República en 43.8%.
En tanto, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público informó que la recaudación de impuestos en enero pasado sumó 318 mil 500 millones de pesos, cuando la meta prevista para ese mes era de 325 mil 563 millones de pesos.