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General Motors de México entró ayer en paro técnico de producción en su complejo de manufactura ubicado en Silao, Guanajuato, debido a la falta de componentes provenientes de plantas en Estados Unidos que están en paro laboral.
La compañía informó que mientras esta situación prevalezca, se aprovechará el tiempo para darle mantenimiento preventivo a las instalaciones y equipos.
La planta de Silao emplea a casi 6 mil personas y durante el paro algunos tomarán días a cuenta de vacaciones, pero los que no tengan días disponibles descansarán y sólo recibirán 55% de su sueldo, de acuerdo con la agencia AFP.
“En General Motors de México nos mantenemos a la expectativa de las negociaciones entre General Motors Company y el sindicato UAW (United Automobile Workers) en Estados Unidos para evaluar nuestras operaciones, esperamos que el complejo Silao pueda restablecer labores en los siguientes días”, comentó la empresa.
En Silao se fabrican las camionetas Chevrolet Cheyenne, Chevrolet Silverado, una de las camionetas con mayor volumen de producción y exportación de México, así como GMC Sierra.
Dentro del complejo de Silao también se fabrican motores de 4.8L, 5.3L. 6.0L, 6.2L, 6.2L súper-cargado y transmisiones de seis velocidades (6L45 y 6L80) y ocho velocidades (8L45 y 8L90), cuya producción se suspendió.
La compañía aseguró que no ha efectuado ningún despido.
GM indicó que, por el momento, las plantas de manufactura en Ramos Arizpe, San Luis Potosí y Toluca, operan de forma regular.
Afectaciones. La huelga de más de 49 mil trabajadores sindicalizados de General Motors en Estados Unidos lleva tres semanas y es la primera desde 2007, antes de la crisis financiera y automotriz.
En total, hay 33 centros producción, 22 de distribución y proveedores de la compañía que están resultando afectados.
J.P. Morgan calcula que la huelga en la empresa automotriz ha generado pérdidas de más de mil millones de dólares.
En Canadá, miles de empleados también fueron suspendidos de manera temporal.
Los trabajadores estadounidenses están recibiendo sólo 250 dólares a la semana por pago de huelga, en lugar de su salario básico normal que es de unos mil 200 dólares semanales.
El sindicato UAW está negociando un nuevo contrato laboral con salarios y beneficios.
Entre varios puntos a resolver, se negocian los salarios para los trabajadores de entrada y el contrato que regirá para los empleados temporales.
El UAW también pide que se reactiven cuatro plantas paralizadas desde noviembre de 2018.