La quiebra de Silicon Valley Bank y la crisis que desató entre bancos medianos en Estados Unidos pasó desapercibida entre los grandes jugadores del sector bancario de México, mismos que volvieron a obtener ganancias históricas en el primer trimestre del año.
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Entre enero y marzo pasado, BBVA, Santander, Banorte y HSBC reportaron un alza en su utilidad, al verse favorecidos por las altas tasas de interés y la buena colocación de crédito que persiste entre sus clientes.
De las grandes firmas que operan en el país, sólo Banamex y Scotiabank mostraron una reducción en sus ingresos, aunque la dinámica de crédito también se mantuvo favorable para esos grupos financieros.
Así, al cierre del primer trimestre del año, los seis bancos que concentran más de 72% del negocio bancario nacional lograron utilidades por 56 mil 809 millones de pesos, un crecimiento de 26% respecto al mismo periodo de 2022.
Para expertos, el posible deterioro bancario en el actual escenario de tasas altas es limitado.
En opinión de Fitch Ratings, la inflación y las mayores tasas de interés pudieran llegar a generar un problema de calidad de activos, pero los grupos financieros en México están bien preparados, ya que la banca tradicional sigue enfocada a clientes en la parte de consumo, de ingresos medios altos, corporativos, empresas grandes y del sector público, que no son tan sensibles al entorno económico.
“Tienen buenos niveles de capital, destacando los grandes, porque después de la pandemia dejaron de crecer, se capitalizaron y son confortables para absorber cualquier impacto”, dijo el analista bancario para México de Fitch, Alejandro Tapia.
En el mismo sentido, el economista en jefe de Valmex, Víctor Ceja, consideró que si bien un crecimiento económico menos dinámico puede reflejarse en las ganancias del sector, las tasas altas beneficiarán al negocio bancario en el país.
“Sí pueden ir disminuyendo un poco debido a que es probable una política restrictiva, con tasas de interés elevadas por un periodo prolongado. Estimamos que puede ser dos años y va a provocar que los bancos tengan utilidades atractivas”, explicó.
Impacto por morosidad
De acuerdo con Fitch, las actuales condiciones económicas tendrán un impacto en el crédito, principalmente en el consumo.
“Proyectamos un ligero deterioro. Sería un error decirles que ante la alta inflación y tasas de interés no se van a deteriorar las carteras, sobre todo en consumo. Sin embargo, después de la pandemia los bancos limpiaron sus balances. La pandemia sacó a la luz a los clientes que no fueron capaces de sobrevivir al entorno adverso. Los bancos quedaron con balances relativamente sanos”, explicó.
De acuerdo con la agencia, el aumento de la morosidad sería pasando del nivel actual de 2% a 2.5% en el sistema bancario.
“No es tan grave como lo vimos en la crisis hipotecaria de 2008. Ahí sí hubo un deterioro, y ya pasando a la pandemia, que fue el periodo más álgido, y viendo que no se deterioraron las carteras, en medio de este entorno inflacionario y de alza de tasas que ya parece que está llegando a su punto más alto, ya no vemos un deterioro material”, dijo el analista de Fitch.
Para el codirector de Inversiones en Franklin Templeton México, Ramsé Gutierrez, una de las razones que explica una morosidad baja es que el alza en las tasas de referencia no tiene el mismo impacto y tampoco se refleja a la misma velocidad que en Estados Unidos.
“Subieron menos las tasas en México en hipotecas o consumo respecto a lo que subieron en Estados Unidos. Aquí se ve cómo es el efecto en la economía”, dijo.
“El efecto de que suban las tasas en Estados Unidos es más relevante porque afecta las tasas en las que se endeuda la gente. En México, si bien es una referencia, no necesariamente impacta con la misma fuerza a los sectores de consumo, automotriz o hipotecario”, agregó.
Además, destacó que el comportamiento del crédito en México está más ligado al dinamismo de la economía, que, si bien crece poco, la perspectiva es que a corto plazo la actividad en el país sea más resiliente con relación al pesimismo con el que se arrancó a inicios de 2023.
“En México los bancos están más cargados en dar crédito a la economía formal que a la informal y en EU tienes una economía informal más pequeña. Los efectos de alza de tasa los vamos a ver de manera secundaria en México y posiblemente con efectos menores, porque podríamos tener una economía más resiliente”, dijo.