El fuerte crecimiento que han tenido los fraudes telefónicos a clientes de los bancos en los días de la pandemia ha provocado que las instituciones financieras opten por reembolsar el dinero a los afectados, ante la presión mediática y una mayor organización de los usuarios que amenazan con emprender demandas colectivas.
Clientes de Scotiabank que fueron víctimas de fraude informaron a EL UNIVERSAL que el banco ha devuelto el dinero a sus cuentas, particularmente en los casos en que, con supuestas llamadas originadas en el centro de atención a clientes de la firma, a partir de engaños los delincuentes lograban obtener sus datos financiera y robar sus recursos.
Los afectados incluso enviaron cartas a la matriz del banco en Canadá y por lo menos 10 clientes han visto de nueva cuenta sus ahorros. Por seguridad, se omiten sus nombres y montos que les fueron devueltos, pero en varios casos son cifras significativas.
Otro ejemplo es Santander. De un grupo organizado de más de 2 mil víctimas de fraude, unas 40 personas también recibieron sus recursos por parte del banco. Sin embargo, el delito sigue afectando a los clientes de las principales instituciones financieras.
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“El banco todavía se sigue retrasando en pagar. Ha habido pocas devoluciones de dinero y el grupo se está organizando con los abogados para iniciar las demandas judiciales una vez que abran los juzgados”, explicó Luis Felipe Garcia, organizador del grupo de defraudados de Santander.
En el sector bancario hay preocupación por el crecimiento de los fraudes. Para el director general de BBVA México, Eduardo Osuna, entre las estrategias que aplicará el banco para reforzar la seguridad de clientes está la fuerte aplicación de controles biométricos; sin embargo, se necesita fortalecer el combate al fraude en conjunto con el gobierno.
Aumentan los casos
De acuerdo con el presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, Salvador Guerrero Chiprés, sólo en enero de 2021 se tienen 39 denuncias de fraudes a clientes de los bancos. Al cierre de 2020, el organismo registró 178 reportes de este tipo y se prevé, que ante la condición económica actual, este delito aumente.
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“Pueden ser pequeñas banditas que incluso compran los guiones del diálogo u organizaciones de medio pelo que están en la extorsión por teléfono. Se distinguen por reproducir el sonido, la imagen, el protocolo de atención de los bancos y que también acuden a redes sociales”, explicó.
Lo anterior coincide con los esfuerzos de comunicación de la Asociación de Bancos de México (ABM), iniciados en noviembre pasado, para prevenir fraudes, ante el fuerte crecimiento en los días del confinamiento que llevó a intensas denuncias por parte de los defraudados.
“El crimen organizado, los hackers y la gente que se dedica a estos temas, han iniciado una campaña de intentos de fraude a los clientes, contactándolos de varias maneras para robarles información y entrar a sus cuentas, a sus tarjetas y hacerles cargos”, explicó el director general de la ABM, Juan Carlos Jiménez.
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Debido a la pandemia, los registros más recientes de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef), disponibles hasta septiembre de 2020, reportan 3 millones 443 mil reclamaciones por posible fraude, con un impacto a los clientes de los bancos por 14 mil 633 millones de pesos. Los datos no son comparables con los registros de 2019.
En el caso de fraudes en banca electrónica, que incluye operaciones de banca por teléfono, la Condusef registró 97 mil 535 reclamaciones, por un monto total de 2 mil 314 millones de pesos.
En el caso de los bancos, al cierre de 2020, la cobertura por pérdida esperada que registran las instituciones pasó de 3.22 a 4.11% en un año. Las estimaciones preventivas para riesgos crediticios registraron un saldo de 218 mil millones de pesos, un alza de 21.3% anual respecto de 2019.