El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), así como , empresa encargada de desarrollar ese proyecto, consideran necesario realizar un nuevo análisis costo-beneficio de la obra ferroviaria por los constantes cambios que ha sufrido, sobre todo en materia de trazos.

Un oficio entregado a la Unidad de Inversión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) el pasado 16 de junio, al cual tuvo acceso EL UNIVERSAL, señala que el análisis costo-beneficio actual será “modificado, por lo que, las factibilidades correspondientes también se encuentran en actualización y serán proporcionadas una vez que se cuente con las versiones definitivas”.

En su primera versión, con fecha de mayo de 2019, se estimó que la construcción del Tren Maya costaría alrededor de 160 mil millones de pesos, monto al que se sumaban también 7 mil millones de pesos para adquirir el material rodante previsto entre 2033 y 2043.

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A esa cantidad también se agregaban 156 mil millones de pesos en costos de operación y mantenimiento de la obra por un periodo de 30 años.

Sin embargo, EL UNIVERSAL publicó el pasado 21 de junio que, de acuerdo con el Programa Nacional Ferroviario 2022, dado a conocer por la Subsecretaría de Infraestructura de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), el costo del Tren Maya se actualizó a 230 mil millones de pesos, lo que representa un incremento del orden de 47%, monto que tendría que actualizarse también en el nuevo análisis costo-beneficio.

De acuerdo con los lineamientos para la elaboración y presentación de los análisis costo-beneficio de programas y proyectos de inversión de la SHCP, se considera que una obra ha modificado su alcance cuando el monto total de inversión aumenta 10%, tratándose de desarrollos cuyo monto es mayor a 10 mil millones de pesos, como es el caso del Tren Maya.

Ello obliga a Fonatur a tener que presentar un nuevo estudio costo-beneficio o evaluación socioeconómica.

De hecho, la adquisición del material rodante que se comprará dentro de 10 y 20 años sufrió un incremento de 17%, pues ahora costará 8.3 mil millones de pesos, como resultado del encarecimiento sobre todo del hierro y el acero.

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Montos, al alza

Unos días antes de dejar Fonatur, a principios de año, su entonces titular, Rogelio Jiménez Pons, reconoció que la obra se estaba encareciendo.

“No hay un techo como tal, pero creo que tenemos que estar llegando a 230 mil millones a lo mucho. No es que vayamos a llegar a eso, pero todavía es soportable”, dijo entonces.

El monto se alcanzó oficialmente, según se aprecia en el seguimiento al proyecto que hace la Unidad de Inversión de la SHCP, así como información del portal de internet Proyectos México.

La revisión de la evaluación socioeconómica deberá tomar en cuenta los alcances del tren, puesto que inicialmente se consideró un servicio que interconectará las principales ciudades y zonas turísticas de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo a través de una línea ferroviaria de aproximadamente mil 440 kilómetros. El proyecto recorrerá las cinco entidades federativas en las modalidades de ferrocarril para carga y de pasajeros.

La nueva descripción señala que “el proyecto consiste en la provisión del servicio de transporte ferroviario de carga y pasajeros que interconectará las principales ciudades y zonas turísticas de los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, a través de una línea de aproximadamente mil 502 kilómetros”, es decir, 62 kilómetros más de recorrido, debido al cambio en el Tramo 4.

Además, el cambio de ruta del Tramo 5, que va de Cancún a Tulum, ha generado controversia por la diversidad de flora y fauna estratégica para la conservación de especies de la zona.

A ello se suman las expropiaciones de terrenos, ya que el proyecto fue clasificado por el Ejecutivo federal como de seguridad nacional.

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