Washington.— El Fondo Monetario Internacional (FMI) apuesta por seguir ayudando a empresas afectadas por la pandemia para que sean viables en el futuro, y para descargar el esfuerzo público, sugiere subir temporalmente impuestos a las compañías que tienen beneficios “excesivos”.
En uno de los documentos presentados en la primera jornada de su reunión de primavera y relativo a las deudas y retos que afronta el sector privado, también recomienda a los gobiernos que “calibren el ritmo de su consolidación fiscal”.
Así, entiende que las economías más recuperadas pueden empezar a reducir ayudas de forma “más rápida”, pero advierte que quienes no estén en ese punto pueden sufrir aún perturbaciones y problemas a largo plazo.
En este sentido, la subida temporal de impuestos a las empresas con beneficios excesivos es una de las opciones que plantea el Fondo para “reducir la carga” que suponen las ayudas públicas a los gobiernos.
“El principio general de las finanzas públicas es que debes encontrar dónde están los recursos e intentar compensar a quienes más sufren”, dijo el economista del fondo, Jean-Marc Natal, uno de los autores del informe, en una rueda de prensa virtual.
Según Natal, las características propias de una crisis como la causada por la pandemia hicieron que mientras unas compañías en determinados sectores sufrían duras consecuencias, otras —como el comercio electrónico o las firmas tecnológicas— lograran grandes beneficios.
La idea, por tanto, es que estas empresas que por dos años se han beneficiado con la pandemia paguen un impuesto adicional y temporal que sirva para compensar a las más perjudicadas.
“Esto es algo que ya se ha hecho en otras ocasiones en el pasado, como por ejemplo después de guerras, y es una forma de redistribución”, añadió.
En este informe, el fondo expone varias formas en las que los gobiernos pueden ayudar a firmas afectadas por la pandemia.
Así, el organismo considera que dicho apoyo debe limitarse a circunstancias en las que ha habido un “fallo del mercado”, pero también advierte que en los sectores más golpeados por la pandemia, que pueden arrastrar al resto de la economía, es mejor incentivar la reestructuración o la reconversión.
En cualquier caso, el informe recuerda que el impacto de la pandemia en el estado financiero de los hogares y las empresas ha sido desigual en el mundo, y depende mucho también de la composición económica por sectores de cada país.
Los servicios que se daban de forma presencial cayeron mientras la producción y las exportaciones de bienes y servicios sustitutos de los presenciales han mejorado.
Además, el mercado laboral del turismo y la hostelería sigue sin recuperarse dos años después de la pandemia, mientras en el lado contrario las logísticas y la construcción han visto mejoradas sus condiciones laborales, especialmente salarios.
La guerra en Ucrania, además, ha afectado en mayor medida a las cadenas de suministro y a los precios de la energía y los alimentos, cuyo encarecimiento también afectará a la capacidad de los hogares.
El FMI también aprobó la creación del denominado Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad para ayudar a países con ingresos bajos o medios ante adversidades a largo plazo como los efectos del cambio climático o la preparación ante futuras pandemias.
La subdirectora para Estrategia, Políticas y Supervisión, Uma Ramakrishnan, explicó ayer que la junta directiva del organismo aprobó el nuevo fondo el pasado 13 de abril y que lo pondrá en marcha el próximo 1 de mayo.
El objetivo es proveer a países vulnerables con bajos ingresos o con ingresos medios de financiación a largo plazo que les permita mejorar su resiliencia económica y ayude a equilibrar sus pagos de una forma estable.
Esta nueva herramienta complementará la ya existente de préstamos del FMI y su principal característica diferencial es que se centra en retos estructurales a largo plazo, en lugar del resto de programas, más enfocados en problemas inmediatos de liquidez.