En medio del proceso de confirmación del acceso de México a la Línea de Crédito Flexible (LCF) por 35 mil millones de dólares, el Fondo Monetario Internacional (FMI) confió en que el gobierno actual dará los pasos hacia la consolidación fiscal movilizando más los ingresos.
Sin embargo, advirtió que al igual que toda América Latina y el Caribe, debe atender el problema de la inseguridad pública, ya que de enfrentar la violencia podría crecer medio punto porcentual durante un plazo de 10 años.
También, deberá sortear las limitantes para derribar los cuellos de botella en el sector energético e infraestructura para poder aprovechar la relocalización de empresas.
Así lo planteó el director del departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés en conferencia de prensa al presentar las expectativas económicas para América Latina y el Caribe.
Mencionó que el organismo que preside Kristalina Georgieva, se encuentra en medio del proceso de ampliación de la revisión que se dio a conocer la semana pasada, y en espera de que se presente el paquete económico del 2025 ante el Congreso de la Unión.
Por lo que sólo se limitó a decir que en cuanto a la consolidación fiscal, en la que el gobierno mexicano se comprometió a reducir el déficit público de 5.9% a la mitad para el próximo año, que “siempre existe la posibilidad de movilizar ingresos en algún momento, eso es algo muy importante que haya pasos hacia la consolidación fiscal”.
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Valdés adelantó que en noviembre el FMI llevará a cabo una conferencia sobre el tema de la seguridad pública, factor importante para el aumento de las inversiones que América Latina debería tomar muy en serio por el impacto que tiene.
Al respecto abundó que si México y la región en su conjunto pudiera reducir a la mitad la distancia que tiene entre el sufrimiento por homicidio a nivel mundial, la economía podría avanzar medio punto porcentual durante 10 años.
Lo anterior, señaló, es una estimación aproximada que va en línea con otras que rondan por ese nivel, que para cuestiones macroeconómicas es muy importante.
Para el director del departamento de las Américas en el Fondo Monetario, el tema de la violencia, es algo que los macroeconomistas no saben mucho, pero sí sobre cómo tiene impactos en la economía y la economía en la violencia.
De ahí, dijo, la relevancia de invertir más al respecto, pues estableció que si bien es “un largo trecho del dicho al hecho, hay muchas cosas por hacer”.
Más adelante se refirió a los desafíos que ya se han mencionado en los últimos informes para el caso de nuestro país con cuellos de botella en algunas áreas, como en energía y en infraestructura.
“Es algo que es una limitación hoy en México para poder aprovechar más las oportunidad que tiene con el nearshoring”, advirtió.
Comentó que el gobierno mexicano está trabajando en eso y el FMI está apoyando plenamente, pero son cuestiones que tienen que ser aliviadas.
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