Apenas una semana después de que Standard and Poor’s redujera la calificación de México, de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de las principales empresas en el país, la calificadora Fitch Ratings disminuyó ayer la calificación de la petrolera a BB, desde BB+, con perspectiva negativa, ante el continuo deterioro de su perfil crediticio.
“Las rebajas de hoy reflejan el continuo deterioro del perfil de crédito independiente de la compañía a CCC-, en medio de la recesión en la industria mundial del petróleo y el gas, los supuestos más bajos del precio del petróleo de Fitch y el debilitamiento del vínculo crediticio entre México y Pemex”, explicó.
Fitch bajó un escalón más a la empresa dentro del grado especulativo de inversión conocido como bonos basura, ante las dudas que tiene sobre la capacidad de la firma para cumplir con sus compromisos financieros.
De acuerdo con la agencia, el deterioro del perfil crediticio de la compañía refleja la flexibilidad limitada de la petrolera para navegar la recesión en la industria del petróleo y el gas dada su elevada carga fiscal, alto apalancamiento, aumento de los costos de elevación por barril y altas necesidades de inversión para mantener la producción y reponer las reservas.
La revisión a la baja de la fortaleza del vínculo entre las calificaciones de Pemex y las de México refleja “la demora y la incertidumbre de un apoyo excepcional del gobierno hacia la compañía, a la luz de las dificultades financieras que enfrentará como resultado de la disminución de los precios del petróleo”, explicó la agencia.
Añadió que la perspectiva negativa que mantiene sobre Pemex refleja la vulnerabilidad financiera de la empresa al entorno actual de precios del petróleo deprimidos y la necesidad de la empresa de un apoyo gubernamental extraordinario y proactivo.
“Fitch continuará monitoreando las acciones de la compañía para preservar la liquidez y superar la caída de los precios del petróleo, así como la respuesta de México para apoyar a Pemex en los próximos meses”, destacó.
En opinión de Fitch Ratings, el apoyo del gobierno a Pemex se ha debilitado como resultado del retraso en la implementación de medidas extraordinarias para aliviar el deterioro de la calidad crediticia de la compañía ante los bajos precios del petróleo.
“Esta evaluación de soporte débil también refleja el alto nivel de transferencias de la empresa al gobierno. Las calificaciones de Petróleos Mexicanos continúan esperando a que el gobierno ejecute acciones de apoyo más significativas cuando sea necesario, aunque si la administración retrasa las medidas de apoyo extraordinarias, la calificación de Pemex continuará deteriorándose”, dijo.