El incumplimiento de pago de Crédito Real refleja la necesidad de mejorar la regulación y transparencia de firmas financieras en México, en un escenario que complica aumentar el financiamiento y garantizar su pago, dijo Moody’s.
“Las reformas importantes al sistema judicial mexicano aprobadas en 2014, que habrían hecho más eficiente la recuperación de garantías e impulsado los préstamos, han languidecido. Los cambios que permitirían que los préstamos vinculados a la nómina sean una opción de préstamos de consumo de bajo riesgo, y que habrían alineado a México con el resto de América Latina, tampoco han logrado ganar terreno”, explicó la agencia.
En un comentario sobre los problemas financieros que vive actualmente Crédito Real ante la falta de impago de una emisión de bonos, Moody´s detalló que esta situación muestra las dificultades que enfrentan las entidades financieras mexicanas en general para otorgar préstamos a pequeñas y medianas empresas y consumidores, incluso bajo formatos de préstamos garantizados, tal es el caso del crédito de nómina.
“La gran cantidad de personas que trabajan en el sector informal y las importantes dificultades de las entidades financieras mexicanas para recuperar activos y buscar el reembolso de los préstamos han llevado a altos gastos de provisión”, dijo la firma.
En ese entorno, destacó que la bancarización en México sigue siendo una de las más bajas de América Latina, con préstamos como proporción del Producto Interno Bruto ( PIB ) 38.7% a diciembre de 2020, contra un promedio de 56.3% entre las seis economías más grandes de América Latina.
En ese sentido, resaltó los movimientos que está viviendo el sistema financiero en México, donde destaca el anuncio de enero pasado de Citi sobre la venta de Banamex , lo que representa la salida de su negocio de banca de consumo en México.
“Citibanamex es el segundo prestamista de consumo más grande de México, con 15.6% del mercado a diciembre de 2021”, dijo.
Lee también:
La agencia recordó que el 9 de febrero pasado, Crédito Real no pagó una emisión de bonos por poco más de 184 millones de dólares, lo cual provocó una serie de ajustes contables que resultaron en un mayor índice de morosidad , cambios en la valoración de una cartera adquirida y la divulgación de un gran préstamo comercial problemático no relacionado con su negocio principal.
“El pago atrasado es crediticio negativo para otras compañías financieras mexicanas porque reducirá su acceso al mercado, disminuyendo su capacidad para financiar el crecimiento del crédito o refinanciar la deuda que vence”, añadió Moody’s.
Lee también:
ardm / acmr