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El desarrollo de tecnologías financieras (fintech) enfocadas en programas sociales puede reducir drásticamente el costo de la entrega de apoyos a la población en zonas de difícil acceso, dijo Jorge Ortiz, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas Fintech.
“El caso de Prospera, que reparte alrededor de 83 mil millones de pesos y el costo del programa es superior a 7 mil millones, donde el mayor gasto se da en llevar el recurso a las poblaciones”, explicó.
Ortiz dijo que el mayor costo y riesgo está en el manejo de efectivo, y recordó el asesinato de dos trabajadores de Bansefi y cinco custodios ocurrido en julio pasado en Ahuacuotzingo, Guerrero, cuando se dirigían a entregar recursos.
“Se le puede hacer llegar el dinero a 7 millones de beneficiarios y es hasta más barato darles un teléfono en el cual pueden recibir todo el ingreso. Una vez que se les distribuye a través del teléfono, es posible entregarles el dinero”, dijo.
Para Ortiz, este tipo de fintech podría llevar a un mejor uso del dinero a la población en zonas rurales.
“Los emprendedores mexicanos pueden hacer aplicaciones donde la experiencia del usuario sea muy simple y entendible, y la población podría usar el dinero de manera condicionada, porque se podría habilitar el uso de recursos sólo para comida o educación, y prohibir su uso en otros lugares”, explicó.
Agregó que con la aplicación de tecnología en dichas poblaciones es posible que puedan realizar pagos directamente desde el teléfono.
Ortiz reconoció que alcanzar este grado de operación requiere inversión y coordinación de trabajos en otras áreas involucradas, como la Red Compartida; sin embargo, resaltó que es factible tener una economía digital en zonas rurales.