cartera@eluniversal.com.mx
Las tasas de interés que anualmente pagan usuarios de tarjetas de crédito pueden resultar aún más caras que las cobradas en préstamos prendarios, de acuerdo con el investigador de la Universidad Iberoamericana, Pablo Cotler.
Según el estudio El préstamo prendario en México, en una línea de crédito de 6 mil pesos las tasas de interés de tarjetas de crédito tienen un rango promedio de 38% a 98% anual, en tanto que las casas de empeño cobran a sus usuarios intereses de 52% a 88%. En el caso del crédito de nómina, en promedio se cobran intereses que van de 25% a 35%.
Cotler destacó que el financiamiento a través de empeños es utilizado incluso por quienes tienen tarjeta de crédito y acceso a otras opciones de financiamiento, con lo cual no es exclusivo de personas ubicadas en la informalidad.
Así, destacó que el empeño es utilizado como un complemento al financiamiento formal y una alternativa muy solicitada en el país para enfrentar una emergencia.
El ejercicio refiere que, según el Inegi, en 2016 existían en México 8 mil 197 establecimientos formales de este tipo, distribuidos en 845 municipios. A la par, se tienen contabilizadas 2 mil 309 casas de empeño informales, operando en 624 municipios.
Las casas de empeño atienden, en promedio, a 13 millones de personas con préstamos por un valor estimado en 42 mil millones de pesos. El préstamo promedio a sus usuarios es de mil 600 pesos.
Cotler resaltó que este estudio es pionero sobre el sector prendario en México, el cual acumula más de 240 años de operación.
Al alza. Después de los sismos de septiembre, los empeños en Oaxaca, Puebla, Chiapas y Morelos se dispararon 36% en el Monte de Piedad.
“Cobramos una tasa baja durante los meses posteriores al temblor, de 1.2%, lo cual sí generó que muchas personas vieran en el Monte de Piedad un financiamiento económico y también un lugar donde guardar sus cosas”, dijo el director general del organismo, Javier de la Calle.
Según el directivo, en años anteriores se tienen ritmos de crecimiento de 9% de forma habitual.