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La baja en los precios del gas LP y algunas verduras como jitomate, cebolla y chiles (llamado efecto pico de gallo), ayudaron a compensar las alzas en gasolinas y huevo durante la primera quincena de febrero, de acuerdo con datos del Inegi.
El índice nacional de precios al consumidor creció 0.20% respecto a la inmediata anterior en la primera quincena de febrero de 2018, cifra inferior a 0.26% estimado por los especialistas, constituyéndose en la tasa mensual más baja para dicho periodo desde la primera mitad de 2015.
De esta forma, la inflación a tasa anual pasó de 5.51% en la primera quincena de enero a 5.45% en los primeros 15 días de febrero, ubicándose en el nivel más bajo desde la segunda quincena de marzo del año pasado.
Los bienes y servicios con mayor incremento de precios y más incidencia sobre la inflación fueron gasolinas de bajo y alto octanaje, huevo, transporte aéreo, autos, pollo, vivienda propia, loncherías, fondas, taquerías, restaurantes y similares, y plátanos.
El impacto negativo que tuvo el componente no subyacente sobre la inflación fue lo que ayudó a compensar la mayor incidencia del índice de precios subyacente (que no incluye bienes y servicios con precios más volátiles), y que registró un alza de 0.30% quincenal y de 4.32% anual.
Dentro del componente subyacente, las mercancías aumentaron 0.38% y los precios de los servicios lo hicieron en 0.23% quincenal.
Las mercancías, concretamente las no alimenticias, han respondido en cierta medida a un contexto de menores presiones cambiarias respecto al año anterior, comentó la analista de Grupo Financiero Ve por Más.
Añadió que esto ha generado que este componente (mercancías no alimenticias) se desacelere por quinta ocasión a tasa anual, incluso pese a un rebote quincenal en febrero, debido a la temporada de descuentos de departamentales y de autoservicios.
Riesgos para indicador. Aunque no se prevé la materialización de escenarios adversos, el analista económico de Invex, Joan Enric Domene, dijo que entre los riesgos al alza para la inflación está la posibilidad de una depreciación adicional del tipo de cambio ante una reacción negativa de los mercados a la renegociación del TLCAN, la normalización monetaria de la Fed y las elecciones en México.
Si persiste “la debilidad del peso se evitará una pronta reversión de la inflación hacia el objetivo, por lo que esperamos un tono restrictivo por parte dle Banco de México y que deje la puerta abierta a incrementos”, dijo.
Hacia adelante, analistas de Banorte-Ixe esperan que la inflación continúe mostrando una tendencia a la baja para finalmente cerrar en 4.3% durante 2018.