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Después de un año histórico en ganancias para los bancos que operan en México, 2018 se presenta como un año retador para las instituciones financieras, donde la volatilidad y cautela en financiamiento estarán presentes en tanto se conoce al ganador de las elecciones presidenciales de julio próximo.
Para uno de los pocos bancos con capital de mayoría mexicana, Mifel, además del ruido electoral y la incertidumbre del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, las instituciones financieras enfrentan el reto de mejorar sus servicio al cliente, que se ha vuelto más exigente.
“En 2018 seremos un banco disruptivo, distinto, que cambie la experiencia del cliente. Queremos cambiar la experiencia que tiene el usuario mexicano del sistema financiero”, dijo el director general de Banca Mifel, Daniel Becker. En 2017, la firma tuvo un crecimiento de 33%, con ganancias por 890 millones de pesos. Considerado como un banco mediano, Mifel enfoca la estrategia en financiamiento a pymes y empresas exportadoras. “Estamos muy orientados a empresas pequeñas y muy vinculadas al comercio exterior, porque estamos convencidos que con o sin TLCAN México seguirá siendo un país exportador”, declaró.
Becker dijo que se empieza a mostrar en el sector muestras de desaceleración en el financiamiento, sin que esto represente una alerta amarilla para los bancos.
Para el directivo, 2018 ha tenido un buen arranque, con un tipo de cambio estable aunque estas condiciones cambiarán a medida que se acerque el 1 de julio. Ante las actuales condiciones, comentó que se espera un manejo prudente de las finanzas del país, sea quien sea el ganador en los comicios.