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La cotización del dólar al menudeo rompió la berrera sicológica de los 20 pesos y terminó vendiéndose en 20.05 pesos en las ventanillas de los bancos, 15 centavos por arriba del cierre del pasado lunes, con lo que se ubicó en su nivel más alto desde el pasado 26 de diciembre de 2017.

Las presiones al alza para el tipo de cambio estuvieron relacionadas con un fortalecimiento generalizado del dólar estadounidense en los mercados internacionales, así como al debilitamiento del peso mexicano ante la incertidumbre en torno a las negociaciones del TLCAN, explicó Gabriela Siller, directora de análisis económico de banco Base.

La divisa mexicana perdió terreno ante un incremento en la incertidumbre sobre el futuro del proceso de renegociación del TLCAN, luego de que a primeras horas de ayer el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, dijera que era poco probable que se alcance un nuevo acuerdo antes del 17 de mayo, fecha límite según el líder republicano de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Paul Ryan.

Luego de los comentarios, el tipo de cambio alcanzó un nuevo máximo en el año de 20.20 pesos por dólar, no visto desde marzo de 2017.

Sin embargo, las presiones para la paridad relacionadas con el futuro del acuerdo disminuyeron luego de que el jefe de las negociaciones técnicas de México, Kenneth Smith, comentara que existe alta probabilidad de que los tres países alcancen un acuerdo preliminar este mes, lo que puede permitir la revisión y votación del actual Congreso de EU.

La posibilidad de que se pueda cerrar un acuerdo modernizado este año volvió a tomar relevancia luego de que el representante del Partido Republicano en México, Larry Rubin, dijera que el Congreso estadounidense sólo necesitará de seis meses para valorar el nuevo TLCAN.

Si el Congreso de Estados Unidos no hace flexible la fecha del 17 de mayo para la entrega del nuevo TLCAN, se prevé que existan implicaciones económicas para México, tanto en la parte real como en la financiera. En la parte real, el comercio seguiría su curso normal; sin embargo, la inversión, que de por sí ha ido a la baja, sería la más afectada, opinó Siller.

En la parte financiera de la economía, la incertidumbre alimentaría la especulación, con lo cual se presionaría al alza el tipo de cambio, afectando a la inflación y a las tasas de interés, agregó la especialista.

Además, el dólar estadounidense se fortaleció en la jornada de ayer en forma generalizada debido a un incremento en la aversión al riesgo ante una posible guerra comercial entre Estados Unidos y China.

La fortaleza de la divisa también se debió a la expectativa de que la Reserva Federal aumentará su tasa de interés de forma acelerada este año. Lo anterior elevó el rendimiento de bonos del Tesoro a 10 años a 3.08%, nivel no visto desde 2011.

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