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Empresas distribuidoras de gas licuado de petróleo (LP) denunciaron que los llamados “gasocoleros” están empezando a invadir el mercado con combustible robado.
Víctor Figueroa, presidente de la Asociación de Distribuidores de Gas del Interior (Adigas), que aglutina a 74 empresas distribuidoras, dijo que hay zonas en donde se presenta este problema, fundamentalmente en Puebla, Tlaxcala e Hidalgo.
“No es todavía un asunto generalizado, pero empieza a permear en el negocio, porque se trata de un fenómeno de gas LP robado y que es vendido a costos más bajos que el surtido legalmente”, agregó.
“Hay ocasiones en que llegamos a un negocio y nos dicen ‘ya nos surtieron, vino otra empresa y me está entregando a la mitad de precio’”.
“Si tú me vendes a ese precio, te compro”, es la respuesta que dan negocios como restaurantes, tortillerías, loncherías, así como pequeños y hasta grandes negocios comerciales, agregó Figueroa.
Dijo que los distribuidores invitan a sus clientes a averiguar de dónde proviene ese gas, porque se están involucrando en un problema legal.
El problema parece haber surgido después de los operativos realizados por la Marina y el Ejército para combatir el robo de gasolinas en Puebla, lo que obligó a los huachicoleros a “diversificar” y enfocarse en la extracción ilegal de gas LP.
De hecho, las fuerzas federales han identificado a cuatro bandas dedicadas a este ilícito. Una es operada por Roberto González El Colorado, y otra por Óscar García Téllez, El loco Téllez.
El robo y comercialización del gas se ha ubicado en la franja del huachicol, conformada por los municipios de Palmar de Bravo, Quecholac, Tepeaca, Tecamachalco, Acatzingo, Esperanza, Amozoc, Tecamachalco, Los Reyes de Juárez, Cuapiaxtla de Madero, Ciudad Serdán, San Salvador Huixcolotla, Atzizintla y Felipe Ángeles. Se incluye a la capital de Puebla y la zona poniente.
Sobre el alza de precio del gas LP, Figueroa comentó que con la apertura y la reforma energética, el valor de este combustible va a fluctuar conforme a los índices de los mercados internacionales.
Explicó que en los últimos 70 años el gobierno intervino para mantener sin alteraciones importantes el precio del gas LP, sobre todo por su componente social, dado que 70% de los hogares lo utiliza para calentar agua y comida.
Ahora al precio se tienen que incorporar costos por variaciones en el clima, problemas geopolíticos, afectaciones a ductos y aspectos logísticos. “Sabemos que es negativo para las personas que suban los precios de algo, lo entendemos, pero hay una razón de fondo: si sube el precio en los mercados de referencia, van a subir aquí, y si bajan, también”, subrayó.
Figueroa indicó que las referencias internacionales van a ser determinantes en los precios que se fijen en nuestro país.
De acuerdo con la base de datos de Pemex, desde junio de 2017 los precios de importación del combustible se han incrementado, al pasar de 32.719 dólares el barril a 46.895 dólares, lo que representa un alza de 43.3% en apenas unos meses.