¿Qué harías si te despiden?, ¿si te enfermas y quedas incapacitado para trabajar?, ¿cómo cubrirías tus gastos el día de mañana?
Gastar sin medida, endeudarte con las tarjetas de crédito y derrochar tu dinero porque tienes la seguridad de que nunca te faltará y nada te pasará es uno de los errores más comunes que comete la gente y se llama miopía del futuro, asegura el ex integrante del grupo Menudo Xavier Serbiá.
“Tratamos al dinero como una papa caliente en el bolsillo: entre más rápido salga, mejor. Creemos que es eterno”.
Como integrante del famoso grupo puertorriqueño, Serbiá ganó mucho dinero, pero perdió 60% de la fortuna que hizo de adolescente cuando era el ídolo de miles de jovencitas.
Ahora es asesor financiero y afirma que el nuevo analfabetismo del siglo XXI es no saber de finanzas personales.
La decisión de convertirse en economista nació de su interés por el tema del dinero y de su experiencia personal, pues “un cantinflas financiero” se puso a especular con su dinero en la bolsa, cuenta en entrevista con EL UNIVERSAL.
El ex menudo comenta que no se nos enseña a manejar el dinero y por eso se toman malas decisiones.
El ex cantante de temas como Claridad y Súbete a mi moto comparte algunos consejos para tener un mejor manejo de tu cartera:
1. Hay que cambiar la forma de pensar
El dinero no es bueno ni es malo, es amoral. Uno de los principales problemas es pensar que hacer fortuna es malo, que la riqueza es mala. Lo que hace la diferencia es lo que hacemos con él.
“El dinero es como un ladrillo. Un ladrillo puede construir un edificio o romperle la cabeza a alguien. El dinero es eso, un instrumento”, asegura Xavier.
2. ¡Hay que educarnos!
Con la mentalidad de que el dinero no es malo, tenemos que entender que el dinero viene con instrucciones. Cada vez dependemos más del dinero y del crédito, y tenemos que saber las reglas del juego. “Desafortunadamente, no se nos educa sobre este tema”.
Xavier destaca la importancia de empezar desde el hogar, con la familia, tratar de que haya una cultura de prosperidad, así como de emprender y generar negocios, de ver al trabajo, el ahorro y la inversión como algo positivo.
“Muy bonito que nos enseñen mandarín, hablemos varios idiomas, haber leído todos los libros del mundo, pero de qué me sirve eso cuando tengo en mis manos un contrato de una tarjeta de crédito, una póliza de seguros o una hipoteca de la que no entiendo nada”, señala.
No saber de dinero crea un caldo de cultivo para el fraude, el consumo desmedido y el endeudamiento.
3. El diagnóstico
Hay que hacer un diagnóstico de nuestras finanzas. Hacer cuatro listas: una de los ingresos, otra de los gastos, una más de los activos (las cosas que poseemos) y una última de lo que debemos.
Estas listas son importantes porque nos permiten conocer cómo está nuestro bolsillo, hacer un presupuesto y controlar los gastos.
El presupuesto (un plan sobre el uso de los recursos) servirá para diseñar mejor lo que se hace con el dinero.
4. Reserva de emergencia
Esto es básicamente un salvavidas. No sabemos lo que pasará en el futuro, entonces tenemos que tener un “colchoncito” en caso de una emergencia como un accidente, una enfermedad o un despido.
Esta reserva, explica Serbiá, debe ser el equivalente a seis meses de tus gastos mensuales. Si son de 15 mil pesos, tu reserva de emergencia debería ser de 90 mil pesos.
Si te despiden, por ejemplo, este fondo te ayudará a cubrir los primeros seis meses en lo que consigues otro empleo.
5. Protegerse de los riesgos
Si tienes la posibilidad, contrata un plan de seguros. Piensa primero en las necesidades particulares que tienes y recuerda que un seguro es una inversión que “blinda tu patrimonio”.
Hay tres básicos: salud, incapacidad y vida. Es importante pensar si nos enfermamos o tenemos un accidente quién cubrirá el gasto por la falta de trabajo.
Otra protección importante es la del auto y la propiedad. Así nos aseguramos que las cosas que nos han costado esfuerzo no pierdan su valor.
La recomendación es buscar diferentes compañías para comparar precios y beneficios. Verifica que lo que pagues lo puedas cubrir sin problemas.
En México, por falta de cultura y falta de recursos sólo 7% de mexicanos cuenta con un seguro de gastos médicos mayores.
6. ¡Controla las deudas!
“Entre menos deuda tengamos, el potencial de generar riqueza en el futuro será mayor”, dice Serbiá.
Y si ya tenemos muchas deudas, ¿por dónde empezamos? El ex menudo aconseja iniciar con las tarjetas y después con los préstamos personales; la hipoteca puede dejarse al final.
Trata de pagar más del mínimo en las tarjetas. Define también de dónde sacarás más dinero: aumentar el ingreso (con otro empleo, por ejemplo), bajar los gastos y apretarte el cinturón; otra opción es combinar ambos, o vender un bien que tengas.
7. Invierte en conocimiento
El conocimiento tarde o temprano paga. Así que la educación y el aprendizaje deben ser permanentes, aconseja Xavier.
Las habilidades se descontinúan, así que no nos podemos quedarnos sólo con lo aprendido en la universidad o con la experiencia laboral, pues si no la competencia te come.
Por ello aconseja tomar cursos o hacer una maestría, por ejemplo, lo que dependerá de la carrera que tengas o del negocio en el que hayas emprendido.
8. Aumenta la riqueza neta
La riqueza neta es lo que es tuyo, lo que no debes y tiene un valor monetario. Por ejemplo: dinero en efectivo, casas, departamentos, terrenos, autos, joyas, etcétera.
Si tienes una casa de 2 millones de pesos, pero de eso aún debes al banco un millón de pesos, quiere decir que tu riqueza neta es de un millón de pesos. El resto es un pasivo (una deuda).
Lo importante es que el efectivo generado, después de cubrir lo básico para vivir cómodamente, se ponga a trabajar para aumentar la riqueza neta. ¿Cómo se hace esto?
Hay activos que se adquieren invirtiendo, por ejemplo, comprando instrumentos financieros como bonos y acciones, explica el asesor en temas de finanzas.
Otra forma de aumentar la riqueza es comprando un departamento u otras propiedades. En este caso, a veces no tenemos el monto total para su compra, entonces pedimos prestado o adquirimos una hipoteca.
Lo aconsejable, dice Serbia, es adquirir deudas productivas, es decir, que te generen ingresos y aumenten tu riqueza neta.
9. Piensa en el futuro
“Hay que preparar la jubilación, un plan de inversión. No podemos estar pensando que el gobierno es el que nos va a cubrir todo”, comenta el ex Menudo.
Si empezaste a cotizar antes de la reforma a la ley del Seguro Social de 1997, tienes derecho a una pensión de vejez por parte del gobierno que se calculará con base en el sueldo que hayas tenido en los últimos cinco años.
Si eres más joven y empezaste a cotizar después de 1997 no tienes derecho a una pensión pagada por el gobierno. Sólo recibirás lo que hayas juntado en tu Afore, así que el ahorro voluntario o planes de pensión privados son la alternativa para mejorar el nivel de pensión.
10. Hay que sembrar
Hay que pensar en distribuir lo que hemos adquirido, la forma más simple de dejarlo claro es con un testamento para no heredar problemas a la familia.
En supervivencia...
Pero… ¿qué pasa con los más de 50 millones de pobres que hay en México y que apenas tienen para cubrir sus necesidades básicas?
Quienes están en un estado de supervivencia, dice Serbiá, deben preocuparse por cubrir las cosas más básicas: un techo, la comida, vestido, medicamento. Ese es el objetivo.
Luego, hay que enfocarnos en salir de ese estado de supervivencia. “No hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista”, señala.