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La volatilidad asociada al proceso electoral puede acentuarse por el posible diferencial reducido entre el ganador y el segundo lugar, advirtió el Banco de México (Banxico).
La relatoría de la Minuta número 59 de la reunión de política monetaria del pasado 17 de mayo, en la cual se decidió por unanimidad dejar en 7.50% la tasa de referencia, revela que la mayor parte del análisis, discusión y motivación de los votos de los miembros de la Junta de Gobierno se dedicó al tema electoral.
La mayoría mencionó la volatilidad asociada al proceso electoral; uno advirtió que un factor que puede afectar los episodios de vaivenes es un diferencial reducido entre el ganador y el segundo lugar.
En la sección se presentan las consideraciones que manifestaron los miembros de la Junta de Gobierno respecto a la decisión de política monetaria; también se pone de manifiesto la importancia de que tras el resultado del 1 de julio se conozca a detalle el programa económico del ganador para saber si las finanzas públicas no se pondrán en riesgo y por lo tanto la calificación de grado de inversión de México.
Uno también expuso el riesgo de que para 2019, derivado del cambio de administración, se pueden observar modificaciones en la política de determinación de tarifas autorizadas por el gobierno.
Volatilidad poselectoral. Una vez finalizado el proceso electoral será importante contar a la brevedad con los detalles de las acciones que el gobierno entrante pretenda implementar en materia económica, particularmente respecto al manejo de las finanzas públicas, se consideró durante la discusión.
Uno argumentó que, independientemente de quién resulte ser el ganador en la contienda electoral, comienza a generarse la percepción de que las finanzas públicas y la postura fiscal en general pudieran sufrir un debilitamiento, ello dado que el ganador de los comicios tendrá que cumplir con diversas acciones y políticas públicas comprometidas en su campaña.
Señaló que, como es bien sabido, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, en términos brutos, mostró un fuerte incremento en los últimos años, con excepción del pasado, hasta alcanzar niveles superiores a 50% del Producto Interno Bruto (PIB).
Consideró que esto es un riesgo muy importante ante la debilidad estructural que muestran las finanzas públicas y que los efectos adversos que pudiera tener se verían magnificados si la calificación del riesgo soberano de México sufriera un deterioro como consecuencia de
esa eventualidad; este riesgo puede considerarse de corto, mediano y largo plazos.
Algunos mencionaron como un riesgo adicional para las finanzas públicas mexicanas los efectos que pudiera tener la reforma tributaria en Estados Unidos aprobada el
año pasado.
Otro miembro resaltó que el incremento en la volatilidad implícita en opciones del tipo de cambio ha sido particularmente notoria en los nodos con vencimientos posteriores a las elecciones, añadiendo que este comportamiento está relacionado con una menor expectativa de que se llegue a un acuerdo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en fecha próxima, y con la incertidumbre asociada al proceso electoral en México, la cual cada vez cobra más relevancia conforme se acerca el día de los comicios.