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En 2018 no cabe duda, el Banco de México (Banxico) actuará al margen de los ciclos políticos y con plena autonomía, dice el nuevo gobernador del instituto, Alejandro Díaz de León.

Ante las elecciones del siguiente año, asegura que las decisiones de la autoridad monetaria y su Junta de Gobierno serán factor de estabilidad y certidumbre, siempre bajo el mandato constitucional de mantener una inflación baja y estable.

En su primer día al frente del Banxico y en su cumpleaños 48, Díaz de León recibe a EL UNIVERSAL en su oficina que ocupará como jefe del banco central, en medio de la mudanza del cuarto al quinto piso.

“No tengo duda que, como ha sido en el pasado, el Banco de México y la Junta de Gobierno serán en sus decisiones un factor de estabilidad y certidumbre ante los escenarios que podamos enfrentar”.

Advierte que incluso en un contexto adverso, se puede tener la confianza que el Banxico estará atento y actuando de manera oportuna a fin de que la economía pueda transitar con un ajuste ordenado.

Incluso, de ganar un candidato de oposición, se mantendrán ajenos a cuestiones políticas, no se distraerán de su principal tarea y de hacer valer la autonomía.

“A nosotros no nos corresponde expresar opiniones concretas respecto a consideraciones políticas, lo que sí nos corresponde es ser asertivos, decir por qué le sirve a México el tener un banco central enfocado con una mandato de largo plazo a mantener una inflación baja y estable”.

Matiza que uno de los aciertos del banco y del mandato constitucional ha sido darle a la emisión de dinero un objetivo de largo plazo y hacerlo ajeno a ciclos políticos.

“Le ha servido a México, ese diseño institucional es cada vez más reconocido por todos. Yo creo que la sociedad valora y aquilata el hecho de que el Banco de México tenga un horizonte y un mandato de largo plazo y que no esté sujeto a estos ciclos políticos”.

—¿Gane quien gane, esa parte está blindada?—, se le cuestiona.

“Esa es nuestra razón de ser. Nuestra razón de ser es dar estabilidad y certidumbre al margen de los ciclos políticos y ese es nuestro objetivo”, responde.

Panorama

Además de las elecciones presidenciales, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la eventual reforma fiscal en Estados Unidos son riesgos para la política monetaria, admite.

“Todos esos factores son elementos de riesgos muy relevantes. Más que hacer un ranking de cuáles son los que más nos preocupan, debemos estar muy pendientes de todos y ver cuál es la respuesta de política monetaria que mejor contribuye a un ajuste ordenado de la economía y a una tendencia decreciente de inflación hacia nuestra meta”, pondera.

Alejandro Díaz de León asegura que el escenario que enfrenta la economía es de un entorno externo complejo, con retos en diversos frentes. Por eso no cesarán en la disciplina monetaria.

“Sabemos que el entorno ha sido incierto, volátil y aún existen factores de riesgo, por eso hemos reforzado el mensaje de mantener prudencia en la postura monetaria y que esta contribuya a que el ajuste en la economía sea ordenado”.

Reconoce que en materia de política monetaria y de inflación, 2017 ha sido un año complicado con incrementos importantes en los precios al consumidor.

De cara a ese reto, refrenda el principal compromiso del mandato que establece la Constitución: mantener una inflación baja y estable; en ese sentido, están enfocando las acciones del banco central.

El pasado 1 de diciembre, día de la entrevista, tras un desayuno con el nuevo secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya; la subsecretaria del ramo, Vanessa Rubio, y los subsecretarios de Ingresos y Egresos, Miguel Messmacher y Fernando Galindo, respectivamente, Banxico publicó la encuesta de expectativas.

El consenso de analistas subió el pronóstico de la inflación para 2017 y 2018, en línea con lo que el banco anticipó.

“El dato de la encuesta [de expectativas] refleja algo que el banco central alertaba tanto en su comunicado de política monetaria como en el informe trimestral que se publicó en días pasados en términos de que el balance de riesgos para la inflación muestra un deterioro y eso también se refleja en las expectativas”, dice.

“Lo que destacaría es que han habido factores que han contribuido a que en los últimos meses, en las últimas quincenas, haya algunas presiones en algunos precios, si bien de una magnitud mucho menor de lo que vimos a principios de año, esto ha hecho que la desaceleración en la inflación sea más lenta”, puntualiza.

Sólida autonomía

Desde antes de que Díaz de León fuera designado por el presidente Enrique Peña Nieto como sustituto de Agustín Carstens, analistas y diversos sectores de la sociedad demandaban que uno de los aspectos que debería cuidarse en el proceso de sucesión era que no se vulnerara la autonomía.

El nuevo gobernador afirma que nadie más que él sabe la importancia de lo que significa, pues cuando trabajó por primera vez en el instituto, en 1993, no se tenía independencia del gobierno federal.

“Conozco el valor de la autonomía y puedo decir que todos los esfuerzos estarán encaminados a utilizar la autonomía para el cumplimiento del mandato”.

Díaz de León asegura que todos los días se respira la autonomía en el edificio sede del Banco de México. “Hay cambios en muchas dimensiones, no sólo en la dimensión institucional, y ahí obviamente el tema de autonomía es muy importante, también destacaría que se ha avanzado en materia de estabilidad económica”.

Recuerda que antes de que la institución lograra la autonomía habían todavía coeficientes de liquidez que debían tener los bancos, de manera forzosa, invertidos en valores gubernamentales.

“Había financiamiento directo al gobierno por cuestión de norma bancaria, y en ese sentido hoy hemos avanzado mucho, ese tipo de instrumento los compran de manera libre porque simple y sencillamente conviene a sus intereses”.

Lo pone como ejemplo para resaltar lo mucho que ha cambiado, no sólo la institución, sino los mercados financieros y la economía mexicana, que ahora es más resistente y con un entorno macroeconómico más sólido.

Díaz de León cree en el mandato único de luchar contra la inflación. De obligar al Banxico a velar por el crecimiento y la estabilidad financiera expresa:

“El mandato constitucional del banco es muy atinado, en primer lugar lo más importante es procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda, es decir, mantener una inflación baja y estable, y como finalidades adicionales es contar con un sistema financiero sano donde se pueda llevar una intermediación y financiamiento en condiciones de estabilidad, y el tercero es propiciar el buen funcionamiento de los sistemas de pago; creo que estos tres [temas] son muy claros en donde el banco debe concentrar sus esfuerzos”.

Pondera que en ninguna economía se considera que a través de la política monetaria se puede incrementar el crecimiento potencial, y en ese sentido dice que el mandato que tiene el Banxico es el adecuado y muy atinado.

Transparencia

En materia de transparencia y comunicación, el nuevo gobernador destaca los avances que se han dado y comenta lo que puede venir bajo su mandato. “Siempre es un reto que se debe evaluar de manera continua qué elementos adicionales pudieran mejorar la comunicación”.

Resalta que en los últimos trimestres ha sido compleja la comunicación, no tanto por los instrumentos y mecanismos de divulgación del proceso deliberativo del Banxico, sino sobre todo porque el entorno ha sido muy complejo.

En ese contexto, dice que a veces los participantes del mercado preferirían una guía muy clara de lo que puede pasar con las tasas de interés o con alguna variable en particular, y es mucho más complejo y no tan conveniente de hacer cuando se enfrenta un entorno de alta volatilidad, porque algunas de las previsiones que se pueden tener sujeto a la información en el día que se toma esa decisión pueden cambiar de manera importante para la siguiente reunión de política monetaria.

“Ha sido complejo, en un entorno volátil, ser muy asertivo o dar algunos de los elementos de los participantes del mercado; diría que esta prudencia en cuanto al mensaje del banco y a tomar la información disponible al momento de la decisión es atinada dado el entorno que tenemos, lo cual ha permitido al banco tomar las mejores decisiones”.

Desde antes de convertirse en el gobernador central, Díaz de León tenía una cuenta de Twitter, pero sólo la utiliza para estar informado, ponerse al día y para seguir opiniones útiles.

“No mando mensajes, no tuiteo. Lo uso como un mecanismo para estar al día, para seguir opiniones. Creo que es algo que estará sujeto a reflexión y alguna decisión más adelante; creo que el banco ha tomado el punto de vista que el mensaje se maneje de manera institucional a nombre del Banxico y no necesariamente de una manera personal, eso es más importante si se considera que todas las decisiones importantes las toma una Junta de Gobierno, y en ese sentido creo que ha sido un buen equilibrio que la información institucional se maneje a través de una cuenta institucional”, considera.

Secreto guardado

A propósito de comunicación, prefiere reservarse la forma, el momento y los detalles de cómo le informaron que sería el sucesor de Agustín Carstens.

Sólo comparte que [la notificación] fue la semana pasada y representó para él una gran noticia, porque de por sí era un extraordinario honor ser miembro de la Junta de Gobierno, ahora se redobla al ser el gobernador, y por eso asegura que dedicará todo su esfuerzo a cumplir con las tareas que el encargo requiere.

Su esposa fue a la primera persona a la que le contó que sería el nuevo jefe del banco central porque ha sido muy importante en su vida. Platica que hace unos meses en Bancomext, institución que dirigió el año pasado, develaron un retrato suyo como parte de la galería de directores que ha tenido el banco de desarrollo.

“Tuve la oportunidad en aquella ocasión, de destacar la importante labor que ella [mi esposa] ha tenido en mi trayectoria, con un apoyo y una confianza irrestricta; a veces uno no ve lo que tienen las personas aquí, pero cuando hay un buen equilibrio y armonía es lo que permite dedicarse a la agenda y al trabajo”.

Su familia

Rosana, su esposa, es abogada por el ITAM, institución donde la conoció, lo que les ha permitido complementarse bien como pareja.

Se casaron en 1996 y tienen dos hijos; Pablo de 16 años, que está en proceso de escribir una novela, y Ana, de 13 años, cuyas fotos están en primer plano sobre su escritorio. “Somos una familia de cuatro, muy unidos”, dice orgulloso.

Alejandro Díaz de León creció y vivió en Tecamachalco, Estado de México. Realizó sus estudios de preescolar, primaria, secundaria y preparatoria en el Colegio Vista Hermosa, y cursó la licenciatura en Economía en el ITAM.

Tiene un tío que es economista, Ricardo Carrillo, pero eligió esa carrera porque siempre le gustaban los números no tanto con un enfoque ingenieril.

“Creo que todos los que crecimos en un entorno de alta inflación, eso sí lo recuerdo, siempre era hasta cierto punto algo inexplicable que tuviéramos rendimientos de 70% a 80%, los cuales parecían buenísimos, pues sí, pero la inflación llegó a rebasar 100%”, recuerda.

Sin embargo, afirma que esta complejidad o ilusión de rendimientos atractivos le creó cierta curiosidad sobre los grandes males que aquejaban a la economía y le pareció interesante entender por qué se daba y cómo podría mejorarse.

“Tengo la fortuna de haber estado en una casa donde siempre hubo mucha armonía y mucho apoyo para todos”.

A sus padres le causó mucha alegría que su hijo haya sido nombrado el nuevo gobernador del Banxico.

Su padre es ingeniero químico y su mamá es maestra de Historia del Arte, a quien dice es muy entretenido escuchar y sobre todo los consejos que da para los viajes “son espectaculares”.

Su hermano mayor es ingeniero mecánico eléctrico y su hermana estudió Ciencias de la Comunicación.

La ópera

Fuera de sus actividades profesionales, Díaz de León dedica su tiempo a disfrutar de la música y el deporte.

Tiene un especial gusto por la ópera y en general por la música de todo tipo. Confiesa que no toca ningún instrumento ni “de milagro”, pero aprecia la música con mucho gusto.

Cuando trabajó por primera vez en el banco aprovechaba estar a unos cuantos pasos del Palacio de Bellas Artes. Recuerda satisfactoriamente haber visto al tenor español Plácido Domingo.

“Debería hacer más ejercicio del que hago”, admite Díaz de León al contar que a veces juega pádel y tenis, porque le parece que es un deporte entretenido y fácil para las personas que no tienen la misma condición de hace algunos años.

Como todo economista de tiempo completo, se inclina por los libros técnicos; sin embargo, de vez en cuando le gusta otro tipo de literatura.

En estos momentos está leyendo Nudge, de Richard Thaler, Premio Nobel de Economía 2017. Le interesó porque las lecciones de sus investigaciones reflejadas en el texto son importantes para el sistema financiero.

“Da mucha luz de cómo pequeñas decisiones pueden tener repercusiones importantes en qué tipo de servicios se hacen o en qué condiciones, y cómo a veces como consumidores no estamos todo el tiempo optimizando todo tipo de decisión cotidiana; muchas veces las alternativas o el menú de opciones que se le presentan a los consumidores o a los usuarios son muy importantes para determinar el tipo de operaciones que está realizando”, resume el nuevo gobernador del banco central.

Del sello personal que puede imprimir ahora que tomó las riendas del Banco de México, Díaz de León dice que verá más adelante con la interacción con la Junta de Gobierno, para ir encauzando las áreas de mejora en los espacios que corresponda, y se conservará o reforzará lo que está funcionando bien como parte del andamiaje institucional.

“Más que tener una predefinición de algo en particular, creo justamente en la dinámica de la Junta, que es de un intercambio rico de opiniones, estoy seguro que cualquier idea que cualquiera de los miembros tengamos, va a salir depurada y afinada después de este proceso deliberativo”, enfatiza el gobernador.

Gobernador difunde declaración de intereses

El nuevo gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, dio a conocer su declaración de intereses, en la cual expuso que no existe ningún conflicto que afecte el desempeño imparcial de su empleo.

La declaración corresponde a la que el servidor presentó en tiempo y forma, de acuerdo con las “Reglas para la Presentación de Declaración de Intereses de los Servidores Públicos del Banco de México”.

Díaz de León autorizó la publicación del documento, en el cual declara que ni él ni su cónyuge o dependientes económicos tienen participación económica o financiera así como aquellos convenios, contratos, compromisos o acuerdos con valor económico presente o futuro con personas físicas o morales, y que pueden ser susceptibles de conflicto de intereses.

Tampoco ostenta ni él ni su esposa puestos, cargos, comisiones, actividades o poderes desempeñados dentro de órganos directivos o de gobierno en personas morales con fines de lucro, o bien, en asociaciones, sociedades, consejos, sindicatos, actividades filantrópicas o de consultoría; ya sea que se reciba o no remuneración.

Desde 2016, los servidores del banco están obligados a presentar su declaración de intereses bajo protesta de decir verdad.

En la declaración deben manifestar los hechos propios actuales o que tuvieron lugar durante el año previo a la fecha de suscripción de la declaración de que se trate.
***Con información de Leonor Flores

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