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La firma francesa Coface, especializada en el sector financiero, ha identificado factores de importancia que debilitarán a Estados Unidos si decide terminar con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), anticipó Sarah N’Sondé, responsable de análisis sectorial a escala mundial de la compañía.
En entrevista con EL UNIVERSAL, en la sede de Coface, en la capital francesa, la especialista encargada de analizar la situación de los distintos sectores económicos por regiones explicó que Estados Unidos puede tener una lucha entre el Congreso y el presidente en caso de terminar con el acuerdo comercial.
“Estados Unidos también tiene riesgos en caso de que el TLCAN se rompa. Lo primero es que hay especialistas en derecho constitucional estadounidense que dicen que el gobierno no puede terminar unilateralmente un acuerdo como el TLCAN, porque el entorno de intercambios comerciales es poder del congreso.
“Entonces, si el TLCAN se rompiera por decisión del presidente Donald Trump, habrá una situación de lucha complicada y prolongada en el congreso”, explicó.
Otro de los retos en este posible escenario será dar certidumbre a los inversionistas sobre la competitividad de EU frente a otras regiones.
“El entorno de incertidumbre que estaría en México será también un entorno de incertidumbre e impacto sobre las decisiones de inversiones en Estados Unidos, por eso nos parece que todos los miembros del TLCAN obtienen beneficios”, indicó.
La especialista destacó que hay inconformidad de ciertos estados de ese país por la falta de sensibilidad sobre las ventajas del TLCAN y comentó que los exportadores estadounidenses han obtenido múltiples beneficios por este acuerdo.
“Los estados que intercambian más con México como Michigan, California, Texas e Illinois se han declarado contra salir del TLCAN y empresas estadounidenses en el sector automotriz y agroalimentario también se han manifestado en contra. Ellos saben de los beneficios.
“Los exportadores estadounidenses se están beneficiando más que los mexicanos, porque hay más productos agroalimentarios exportados de Estados Unidos a México”, abundó la especialista.
Sarah N’Sondé, quien se integró a Coface en agosto de 2017, mencionó que el impacto negativo no sería de un momento a otro, sino de forma paulatina: “Cada parte puede perder, por supuesto, cuando consideras pesos económicos de México y Estados Unidos, que es el caso al hablar de macroeconomía, cualquier choque sí es más difícil para una economía pequeña, es más vulnerable a choques exteriores, eso es verdad, pero cada parte arriesga cosas.
“Nosotros no creemos que si el TLCAN se rompiera de repente el impacto negativo de ese escenario se vería al día siguiente, nosotros consideramos que las economías de EU y México están bastante integradas, estos intercambios comerciales son muy fuertes y no podemos imaginar que las empresas van abandonar su cadena de suministro de un momento a otro”, explicó.
Los golpes a mediano y largo plazo todavía son difíciles de cuantificar, añadió la experta, pero adelantó que uno de los sectores con mayor riesgo en esta renegociación del TLCAN es el automotriz, debido a su vínculo con las exportaciones e importaciones, así como por la discusión sobre las reglas de origen.
“Es bastante difícil hacer una lista de todos los sectores que podrían resultar impactados, ahora lo que notamos en las negociaciones es que uno de los que tendría un impacto negativo sería el sector automotriz.
“Estamos con un aplazamiento de las negociaciones del TLCAN y con una incertidumbre; los actores que trabajan con México operan en un entorno de incertidumbre bastante fuerte y eso puede tener impactos en toda la economía mexicana”, detalló la especialista.