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Tras 18 meses de intensas negociaciones —los últimos tres, los más difíciles— se cerró la última versión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Ayer, en Palacio Nacional, se firmó el protocolo modificatorio del acuerdo, con lo cual sólo se espera la ratificación final por parte de los Congresos de los tres países.
“Misión cumplida”, dijo el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, durante las primeras palabras del encuentro.
En el caso de México, el Senado únicamente deberá aprobar el protocolo modificatorio, toda vez que el acuerdo se ratificó en junio pasado. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador espera que el Congreso de Estados Unidos haga lo propio antes del 20 de diciembre, y en Canadá a principios de 2020.
El Presidente fue testigo de honor del acuerdo entre los tres países. Los firmantes fueron el subsecretario para América del Norte, Jesús Seade Kuri; el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y la viceprimera ministra de Canadá, Chrystia Freeland.
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López Obrador dijo que el tratado traerá inversión, crecimiento, bienestar, paz y tranquilidad.
En el acto estuvieron presentes, entre otros, el asesor senior del presidente Donald Trump, Jared Kushner, secretarios de Estado de México, representantes del sector empresarial y líderes obreros.
Lighthizer expresó el apoyo de Trump hacia el pueblo mexicano y dijo que a su país le interesa que México sea más rico y tenga éxito, lo que el T-MEC puede lograr.
Freeland celebró la firma del acuerdo porque será progresivo y en beneficio para la economía: “Estoy feliz de que Canadá, Estados Unidos y México han tomado un paso importante hacia la ratificación del nuevo TLCAN. Se trata de un acuerdo comercial progresivo que va a ser profundamente benéfico para nuestra economía, para las familias canadienses y para la clase media”.
Mejoras
Como parte de las mejoras al T-MEC, México rechazó la propuesta de Estados Unidos de que inspectores de ese país revisen el cumplimiento de los compromisos laborales en empresas nacionales.
A cambio se permitirá la conformación de paneles de expertos para solucionar controversias en esa materia y en medio ambiente, lo que abre la posibilidad de que se aprovechan de las fallas para frenar el comercio, afirmaron empresarios.
Dentro de los acuerdos complementarios al T-MEC, y como resultado de las presiones de los legisladores demócratas, se retiraron los candados que impedían el fácil acceso de los laboratorios de medicinas genéricas a patentes liberadas, lo que permitirá a la población tener un mayor acceso a estos productos y a menor precio.
En el documento-resumen de cuatro hojas que entregó el Partido Demócrata en Washington a los integrantes de la Casa de Representantes, se advirtió que tampoco se mantiene la protección de 10 años a las patentes de medicinas biológicas, lo que significa que en México sólo se protegerán por cinco años.
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Sin modificaciones
Ebrard explicó que no hay posibilidad de que el texto del T-MEC sea modificado, toda vez que se ha firmado el documento actualizado, además del protocolo modificatorio”.
El canciller y el subsecretario Jesús Seade señalaron que el tema de la soberanía mexicana no estuvo a discusión porque hay asuntos como el energético, en el que la Constitución está por encima de cualquier tratado comercial.
Seade Kuri manifestó que otro tema de soberanía fue el de los inspectores que Estados Unidos quiso imponer y a lo que México se opuso en todo momento.
“El tema más álgido fue el de los inspectores. El concepto de los inspectores queda fuera y se crea un mecanismo especial de solución de diferencias, es un mecanismo de respuesta rápida”, comentó.
Respecto al acero, el funcionario precisó que se dio un plazo de siete años para que 70% del acero en autos sea fundido en la región.
Ello obligará a México, añadió Ebrard, a construir plantas que logren ese trabajo.
En el caso del aluminio, deberán pasar 10 años para que se discuta el tema, comentaron.
A favor de los trabajadores
El presidente y secretario general del Sindicato Nacional de Mineros, Napoleón Gómez Urrutia, indicó que México dio un paso a favor de los trabajadores mexicanos durante la firma del T-MEC, porque les permitirá mejorar sus salarios, sus condiciones laborales y seguridad.
El secretario general de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, (CATEM), Pedro Haces Barba, afirmó que la ratificación del acuerdo es una buena señal para los trabajadores mexicanos, ya que dentro de las renegociaciones del tratado se incluyeron nuevas reglas para los derechos laborales, productividad, salarios dignos y libertad sindical.
Por su parte, Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, sostuvo que antes del 15 de diciembre se ratificará en el pleno la adenda hecha al texto del T-MEC.
***Con información de Alberto Morales, Alejandra Canchola y Juan Arvizu
