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La inseguridad, los pocos créditos que otorga la banca, el escaso apoyo financiero a proyectos de alto riesgo y la baja calidad son parte de los factores que ocasionan que en México la productividad esté por debajo del promedio mundial, dijo el economista en jefe para el Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del Banco Mundial, William Maloney.
Durante la presentación que hizo en la Secretaría de Economía con el nombre Aumentando la competitividad en México, el representante del organismo internacional expuso que la seguridad es importante para crear un buen ambiente que aumente la productividad.
Expuso que es necesario dar créditos a empresas que son buenas, porque en general hay más crédito para las de baja productividad.
Hay que “tener un sistema competitivo donde realmente haya competencia y las empresas puedan entrar y salir según su productividad, las buenas sobrevivan, las malas no tanto. Eso es clave”.
Uno de los problemas de México es que hay una gran cantidad de empresas que operan con muy malos niveles de productividad, lo que no permitirá que crezcan y afectarán el crecimiento del país. Actualmente el incremento de la productividad en México no llega ni siquiera a los niveles promedio, aún y cuando en el mundo la tasa global marca una tendencia a la baja.
Durante su ponencia en la Secretaría de Economía, dijo que si la productividad aumentara a un mayor ritmo, el ingreso promedio por mexicano sería al menos el doble que el de China.
“En México se ve una dispersión de la TDF (factores totales de producción) más grande que en Estados Unidos. Eso significa que hay empresas malas y que, si eso no fuera, tendríamos mejor productividad, 200% más alta”, expuso.
Agregó que el problema que se observa es que por la baja productividad no podrán incrementar su tamaño. “Hay muchas empresas de baja productividad que siguen operando, a pesar de que son malas. En México se ve que hay empresas de muy baja productividad”, alertó.
En el evento, el subsecretario de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía, Ernesto Acevedo, dijo que “en términos generales las empresas mexicanas toman poco riesgo, son poco innovadoras y poco motivadas para irse a nuevos segmentos”.
