A causa del golpe económico de la pandemia de Covid-19, el entorno de recuperación que enfrenta México se ve limitado por bajos niveles de inversión privada, lo que se ha convertido en la principal limitante para el crecimiento, coinciden directivos de los bancos más grandes que operan en México.
Además, perciben un ambiente enrarecido a causa de la iniciativa de reforma eléctrica del Jefe del Ejecutivo federal, de la que aún se desconoce cuál será su desenlace.
A más de una semana de que se realice la edición 85 de la Convención Bancaria en Acapulco, el 24 y 25 de marzo —lo que representa el regreso presencial de uno de los actos más importantes del sector financiero del país—, las principales instituciones bancarias resaltan que los proyectos insignia de la actual administración no son suficientes para llevar a México a una mejor dinámica de crecimiento.
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A ello se suman también factores como la presión por la creciente inflación y los posibles impactos del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
“El gobierno federal está invirtiendo en proyectos importantes: la terminal aérea AIFA, la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, pero no es suficiente para ser un motor de crecimiento para el país como se esperaba”, dice el presidente del consejo de administración y director general de HSBC México, Jorge Arce.
“Confiamos plenamente en el proceso democrático del país, en el Congreso, en el parlamento abierto, en las discusiones [sobre la reforma eléctrica]. Creemos y tenemos mucha fe de que se va a aprobar algo positivo para el país, pero hasta que no se apruebe, esto no va a cambiar. Entonces, este es un lastre para el crecimiento del país”, expone.
De acuerdo con el Inegi, la inversión fija bruta, que comprende la adquisición de maquinaria y equipo, así como el gasto en construcción, tuvo un incremento de 1.2% de noviembre a diciembre de 2021.
Pese a ello, el indicador se mantiene 2.3% por debajo del nivel alcanzado en febrero de 2020, antes de la paralización de actividades y las medidas de distanciamiento tomadas a causa de la pandemia de Covid-19.
El director general de Santander México, Héctor Grisi, destaca que hay proyectos de inversión detenidos en el sector eléctrico en México, todavía a la espera de una definición por parte de las autoridades.
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“Hay un sentimiento en el cual no se tiene claridad, y el dinero siempre va en función de la certeza. Lo que necesitamos es más de certeza y luego necesitamos fortalecer más el Estado de derecho.
“Si podemos lograr certeza en el empresariado y más claridad en el Estado de derecho, la gente se va a animar y va a invertir. México sigue siendo una gran oportunidad, simplemente hay que impulsar”, menciona el funcionario.
En tanto, el director general de BBVA México, Eduardo Osuna, reconoce que actualmente hay un escenario de menor inversión por parte de sus clientes: “Si queremos ver un país que crezca en los siguientes años, hoy necesitamos inversión privada y pública.
“El motor de la inversión en México siempre ha sido el capital privado, y tenemos que mandar mayores mensajes de certidumbre para que haya más en esta enorme oportunidad que hay ahora en el mundo, incluso con la crisis de Ucrania y Rusia”, explica. “México tiene una posición envidiable geográficamente hablando, desde el punto de vista de los tratados comerciales que tenemos, y deberíamos de aprovecharlo de la mejor forma para crear un mejor futuro para muchos mexicanos”, subraya.
Mensajes claros
Para el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Daniel Becker, el gobierno sabe de la necesidad de generar un ambiente positivo para que el país atraiga inversiones, tema que se ha discutido directamente con el presidente Andrés Manuel López Obrador en las reuniones con el Consejo Coordinador Empresarial.
“El Presidente está consciente de que se tienen que generar los elementos de certidumbre, con todas sus letras lo platicamos. Creo que estamos todos alineados”, señala.
“Habrá que esperar el resultado final de la reforma [eléctrica]. El Presidente está muy consciente de que hay que crear las condiciones de certidumbre para que haya inversión extranjera y local. Uno de los grandes desafíos que tenemos como país es destinar 25% del Producto Interno Bruto a gasto de inversión, y en eso estamos un poco rezagados”, añade.