México vende más mercancías al extranjero que hace un año pese a la fortaleza del peso frente al dólar, que hace menos competitivos a los productos nacionales.
Las exportaciones totales crecieron 1.1% en junio y acumularon dos meses de avances, dio a conocer el Inegi el jueves.
En la primera mitad del año, la moneda mexicana reportó una ganancia de 12.1% frente al dólar.
En particular, las exportaciones no petroleras dirigidas a Estados Unidos crecieron 2.7%, mientras que las canalizadas al resto del mundo retrocedieron 8.6%.
“En términos generales, las exportaciones muestran cierta pérdida de dinamismo; sin embargo, a pesar del impacto que pudiera tener la apreciación del tipo de cambio, en términos anuales y mensuales las ventas al exterior lograron mantenerse en terreno positivo en junio”, dijo James Salazar, subdirector de análisis económico de CI Banco.
En su opinión y de acuerdo con diferentes estudios que se han elaborado, la realidad es que el impacto del tipo de cambio en las cifras de exportaciones generalmente es muy limitado, ya que su desempeño depende más de cómo se encuentra la demanda.
“En el caso de México, sobre todo de la demanda de Estados Unidos que continúa relativamente fuerte, incluso lo veíamos con el dato del Producto Interno Bruto en el segundo trimestre”, agregó el experto.
Reconoció que hay indicadores que pueden mostrar cierta debilidad en la economía estadounidense, pero en términos generales el consumo y la inversión continúan creciendo, lo que podría compensar cualquier pérdida relativa en términos de valor.
“Vemos una moderación en los ritmos de crecimiento, más que todo por la parte de los ajustes que está teniendo Estados Unidos en materia de manufactura e industrial, pero todavía no está influenciado por el tema del tipo de cambio”, dijo.
Por otro lado, México compró 6.2% menos mercancías al extranjero en junio pasado, a pesar de que las importaciones se vuelven más baratas por la apreciación del peso. En particular, hubo una baja de 56.3% en las compras petroleras y un aumento de 3.3% en las no petroleras.
Al considerar las importaciones por tipo de bien, se observaron disminuciones de 11.5% en las compras de bienes de consumo y 8.4% en las mercancías de uso intermedio. Por el contrario, las importaciones de productos de capital se dispararon 28%, según las cifras del Inegi.
El retroceso de las compras al exterior es un tema al que hay que darle mayor seguimiento, porque esto hablaría de cierta debilidad interna, advirtió James Salazar.
“A pesar de que gracias a la fortaleza del peso hoy puede ser más barato adquirir productos del exterior y a pesar de las ventajas que pudiera estar ofreciendo el tema del nearshoring, no se observa un crecimiento importante en las importaciones de bienes intermedios y de capital, para enfrentar los posibles incrementos de demanda”, señaló el experto de CI Banco.
Consideró que hay que esperar para ver si este comportamiento se sigue acumulando y a final de cuentas esto pueda estar reflejando una presión de debilidad interna.
Salazar estimó que los crecimientos de las exportaciones van a ser relativamente modestos, a diferencia de lo observado el año pasado, y la razón es que quizás Estados Unidos logre sortear una recesión, lo que le puede terminar beneficiando al sector externo mexicano.
Indicó que persiste el riesgo de que el principal socio comercial del país caiga en una recesión o una ralentización fuerte sobre todo en la parte industrial.
No obstante, ve posibilidades de que el sector externo mexicano pueda librar bien el resto del año y mantener el crecimiento.