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La incertidumbre por el retraso en la ratificación del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) frena proyectos de inversión, lo que afecta el crecimiento económico del país y de toda la región.
De acuerdo con especialistas, de ratificarse el acuerdo entre los tres países se abonarán entre uno y dos puntos más al crecimiento del Producto Interno Bruto, porque se permitirá la concreción de inversiones que por ahora se encuentran congeladas o a la espera de obtener mayor certeza comercial.
El director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), José Luis de la Cruz, y el director de Tratados y Acuerdos Comerciales Internacionales del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), Israel Morales, dijeron a EL UNIVERSAL que la tardanza en la ratificación del T-MEC afecta a las inversiones.
Por ahora, el acuerdo comercial se encuentra atorado en los congresos de Estados Unidos y Canadá. En México, el Senado aprobó a mediados de junio el tratado.
Sin embargo, aún sigue vigente el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), dijo el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Enoch Castellanos.
Explicó que este acuerdo comercial es “paraguas para hacer negocios”, y protege a las exportaciones mexicanas hacia América del Norte, por lo cual, mientras esté vigente, no habrá necesidad de incrementar el contenido regional de los productos del sector automotriz, eléctrico-electrónico.
De la Cruz dijo que mientras el T-MEC continúa parado, varios proyectos siguen sin concretarse, sobre todo porque el acuerdo vigente es distinto al que entrará en vigor.
“El T-MEC sí tiene diferencias sustantivas respecto al TLCAN y mientras no se tenga esa definición hay inversiones paradas. Si no se aprueba el T-MEC en estos días un escenario que se abre es que los inversionistas detengan sus recursos”, expuso.
Ensombrece panorama
El problema es que si no se aprueba en este año y no gana las elecciones Trump el próximo año, un presidente demócrata puede meter a revisión el texto del tratado en temas laborales y ambientales, en el que esa corriente política es muy crítica.
“Para México sería un problema porque se requiere definir el esquema legal para dar certidumbre a las inversiones del país, sobre todo automotriz, maquinaria y equipo, eléctrico, electrónico, economía digital y mercado laboral”, añadió.
Morales del Index afirmó que “toda la incertidumbre lo que produce es que aunque hay un TLCAN que funciona, hay el temor de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo puede denunciar, salirse”.
El T-MEC “nos puede dar puntos de crecimiento económico, uno o dos puntos porcentuales de entrada, si sólo dejamos que la inercia del T-MEC trabaje. Pero si aprovechamos el hueco de la guerra comercial de China con Estados Unidos, o el Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTTP), los corporativos estadounidenses pueden operar desde la plataforma de México, eso le dará dos puntos porcentuales al crecimiento”.
El Congreso estadounidense, especialmente los demócratas, demandaron revisar algunos temas para lograr su ratificación.
Desde hace unas semanas, el subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Jesús Seade, y el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, negocian cuatro “mejoras” o “acuerdos complementarios”: medio ambiente, laboral, duración de patentes para medicamentos biológicos y solución de controversias comerciales.
De acuerdo con Seade, si se aceptan las mejoras, el documento puede estar listo en las próximas semanas.
