Estados Unidos va a comenzar en 2022 el tan esperado y temido ciclo de incrementos de sus tasas de interés.
Considerado el banco central más influyente del mundo, la Reserva Federal (Fed) anunció en su última reunión de política monetaria que en marzo de este año va a concluir su programa de compra de activos financieros.
Esto con el objetivo de tratar de contrarrestar la inflación en la Unión Americana, que llegó a 6.8% en noviembre y fue su nivel más alto en casi 40 años.
Los integrantes de la Fed anticipan que la autoridad podrá aumentar su principal tasa de interés hasta en tres ocasiones durante el presente año, desde su nivel actual de 0% a 0.25%.
Esto va a encarecer las condiciones de financiamiento internacional, pues el tipo de interés de la Unión Americana es referente en el ámbito global.
Para México significará un mayor costo de la deuda pública, así como para las futuras colocaciones de bonos en los mercados financieros mundiales.
Esta decisión puede motivar al Banco de México (Banxico) a incrementar sus tasas de interés con el objetivo de tratar de evitar una salida de capitales, así como para ofrecer un mayor premio por invertir en los mercados de capitales y de deuda.
Además, analistas estiman que el dólar se va a fortalecer frente a la mayoría de monedas, incluido el peso mexicano, con lo cual estaría presionando a los precios al consumidor y generando volatilidad en los mercados financieros nacionales.