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Finalmente, tras casi un año, Estados Unidos aceptó eliminar el cobro de aranceles al acero y al aluminio de México y Canadá, con lo que se abre la posibilidad de que se ratifique en el corto plazo el acuerdo comercial que firmaron los tres países (T-MEC).

Este logro, que tomó muchos meses de negociaciones, “será un elemento que contribuirá próximamente a la ratificación del nuevo tratado entre México, Estados Unidos y Canadá”, dijo la secretaria de Economía, Graciela Márquez.

Los gobiernos de los tres países anunciaron que EU se comprometió a quitar en un plazo de 48 horas el impuesto de 25% al acero y de 10% al aluminio mexicano y canadiense que la Casa Blanca empezó a cobrar el 1 de junio de 2018.

A cambio, los gobiernos de México y Canadá retirarán los aranceles que impusieron como represalia a productos estadounidenses, explicó a EL UNIVERSAL la subsecretaria de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, Luz María de la Mora.

Explicó que con ello “habría oportunidad de que se apruebe el T-MEC en el Congreso de EU antes del receso de agosto. En Canadá veo que puede pasar antes del 15 de junio y en México, en cualquier momento. Podríamos considerarlo ya sea en una sesión extraordinaria en el Congreso de la Unión o hasta septiembre, en la siguiente sesión legislativa”.

Acordaron que se retirarán las quejas que Canadá y México impusieron ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por los aranceles que cobra EU a metales y aluminio de importación por considerar que ponían en riesgo la seguridad nacional estadounidense, medida denominada como Sección 232.

El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo: “Acabamos de llegar a un acuerdo con Canadá y México y vamos a estar vendiendo nuestros productos a estos países sin la imposición de aranceles”.

De acuerdo con la Declaración conjunta entre Estados Unidos y Canadá sobre la sección 232 de aranceles al acero y aluminio, que es el mismo texto que firmó con México, los países se comprometen a implementar medidas para evitar la entrada injusta de importaciones de metales y aluminio subsidiado o con dumping, es decir, siderúrgicos que se vendan por debajo del precio real de mercado.

También pactaron prevenir la triangulación de esos dos productos y se puso en marcha un mecanismo para que si un país incrementa su nivel de exportaciones a otro por encima del volumen promedio, se podrían regresar a imponer aranceles de 25% al acero y 10% al aluminio.

Ayer, en una gira por Chiapas, el presidente Andrés Manuel López Obrador suspendió algunas actividades para esperar una llamada telefónica de su homólogo de Estados Unidos, pero hasta el cierre de esta edición no había podido concretarse.

El premier canadiense, Justin Trudeau, dijo que es un “buen día para los trabajadores del acero y aluminio, ya que los aranceles fueron un obstáculo significativo” para el comercio, por lo que confió en que avanzarán hacia la ratificación del tratado.

A su vez, el presidente de la Cámara de Comercio de EU, Thomas Donohue, afirmó que esto “da tranquilidad inmediata a agricultores e industriales estadounidenses (…) y empuja el T-MEC en el Congreso”.

En videoconferencia de prensa, el subsecretario para América del Norte de la Cancillería, Jesús Seade, dijo que EU anulará el arancel en dos días, pero como no está claro si son hábiles o naturales, a más tardar el martes de la próxima semana ya no se cobrará.

El presidente de la comunidad americana en México y representante del Partido Republicano, Larry Rubin, aseguró que la decisión “no sólo beneficiará a las empresas de Canadá y México, sino a toda la comunidad consumidora de esos metales en el mercado estadounidense”.

La Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero, la Cámara Nacional de la Industria del Aluminio y el Consejo Coordinador Empresarial celebraron el acuerdo.

***Con información de Misael Zavala

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