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maria.saldana@eluniversal.com.mx
Como resultado de la reunión bilateral que tuvo ayer la secretaria de Economía, Graciela Márquez, con su homólogo estadounidense Wilbur Ross, ambos convinieron en que se mantendrán abiertas las negociaciones para alcanzar un acuerdo “a la brevedad” sobre la exportación del jitomate mexicano al vecino país.
En un comunicado, la dependencia explicó que los productores de jitomate mexicano podrán seguir conversando con funcionarios del Departamento de Comercio a fin de lograr una pronta solución y evitar que se cobre a la hortaliza una cuota compensatoria de 17.5% al entrar a EU.
Sobre todo, porque existe la amenaza de dicha instancia estadounidense de que a partir del 7 de mayo se terminará el “acuerdo de suspensión” que estuvo vigente desde 1996.
En el encuentro, Márquez también pidió atender el problema de “cierres parciales y reducción de personal en cruces fronterizos que han afectado los flujos comerciales”.
Por ello, pidió a Ross en la reunión bilateral realizada durante el CEO Dialogue que se realizó en Mérida, Yucatán, “dar una pronta solución a esta situación que daña a las exportaciones mexicanas”.
La secretaria dijo que es importante continuar con el trabajo con el sector privado para impulsar una agenda común, sobre todo la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Durante el encuentro entre empresarios y funcionarios de ambos países, el secretario Ross dijo que el próximo 18 de abril inicia el procedimiento para ratificar el T-MEC, ya que el Congreso estadounidense tendrá 90 días para votarlo, aunque podrían ser más, porque se contarán de acuerdo a los días de sesión. Para tener éxito y lograr la aprobación se trabajará cercanamente a los legisladores, dijo.
Explicó que el Congreso estadounidense deberá votar por la aprobación del T-MEC “sin hacerle cambios” y el trámite iniciará cuando la Comisión de Comercio Internacional entregue el reporte sobre el “impacto” del tratado el 18 de abril. “Lo importante es el hecho, lo menos importante es lo que vaya a decir”, afirmó Ross.
Por su parte, el subsecretario para América del Norte de la cancillería, Jesús Seade, pidió apoyos claros al gobierno estadounidense, pues los aranceles que se imponen al acero y aluminio mexicanos o la falta de una solución al tema del jitomate, así como la lentitud en los cruces fronterizos no ayudan a la relación bilateral.
Durante su participación en el evento, el funcionario mexicano dijo que “quisiéramos apoyos más claros de ustedes, y más fuertes, para que ayudemos todos a que esto pase en beneficio de todos. (…) Tenemos problemas con el acero, que no ayuda; el tomate, que no ayuda, y en la frontera”.
Para Seade, las negociaciones del T-MEC fueron positivas, aunque “hay aspectos fuera de la negociación que no ayudan ni siquiera dentro del Congreso estadounidense”.