Para el gobierno mexicano, el decreto del 13 de febrero que prohíbe el maíz transgénico para masa y tortilla es “compatible” con los compromisos del (T-MEC) y el diferendo que impulsa el gobierno de es más político que económico, dijo la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro.

La Secretaría de Economía mexicana aseguró que el “diferendo de Estados Unidos sobre el decreto que regula el maíz transgénico carece de fundamentos comerciales. Su motivación, en realidad, es política . Como lo reconociera públicamente el propio secretario de Agricultura estadounidense, Tom Vilsack, se trata de una cuestión de principios”.

Por lo que afirmó que “si Estados Unidos quisiera llevar el diferendo a un panel en el marco del T-MEC, tendría que demostrar cuantitativamente, es decir, poner en cifras, algo que no ha ocurrido: que el decreto del maíz afecta comercialmente a sus importaciones”.

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En un comunicado, Buenrostro dijo que tuvo un encuentro virtual con su homóloga estadounidense, la titular de la Oficina de la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR por sus siglas en inglés), Katherine Tai , el pasado 24 de febrero, aunque hasta hoy se dio a conocer que abordaron el tema del decreto contra el maíz transgénico.

Para Buenrostro, el Decreto del 13 de febrero pasado explica, con bases científicas, que se prohibirá el uso, comercialización y distribución de maíz genéticamente modificado , tal y como lo pide el T-MEC.

Expuso “que el nuevo Decreto clarifica los alcances de la política pública”, ya que se puede seguir importando maíz blanco o amarillo transgénico siempre y cuando sea para uso industrial y forrajero.

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“México produce mucho más maíz del que requiere para la masa y la tortilla, mientras que el maíz que se importa de Estados Unidos, sea blanco o amarillo, es complementario y se destina a la industria y a la alimentación de animales....en los últimos años ha incrementado el volumen de importaciones norteamericanas de maíz”, dijo Buenrostro.

Comentó que a raíz de la publicación del nuevo Decreto, “la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha autorizado ocho de los 14 productos biotecnológicos de especial interés para el gobierno de Estados Unidos, mientras que los restantes requieren gestiones adicionales por parte de las empresas”.

Buenrostro y Tai mantendrán el diálogo y los trabajos técnicos para fortalecer la certidumbre de los productores y consumidores de los dos países.

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