La llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos volverá a situar a ese país en la escena internacional, de acuerdo con analistas; sin embargo, el desafío lo enfrentará en un mundo conformado por nuevos bloques comerciales, como el de los países asiáticos o el TPP-11, del cual decidió ya no ser socio.
El 30 de diciembre de 2018 entró en vigor el Acuerdo Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico, conocido como TPP-11 o CPTPP, un convenio comercial al que Estados Unidos se incorporó, pero del que luego salió tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de ese país.
Además, en noviembre de 2020 surgió otro bloque, el que conformaron Australia, Brunei, China, Corea del Sur, Filipinas, Indonesia, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur, Tailandia y Vietnam, entre otros países que firmaron la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés).
Sergio Ley, embajador de México en China de 2001 a 2007, y ahora presidente de la Sección Empresarial para Asia y Oceanía del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (Comce), explicó que la competencia entre Estados Unidos y China continuará porque hay preocupaciones por los avances que pueda tener el otro en torno a diversos aspectos, como la tecnología o la geopolítica.
Para empezar, China, al firmar el RCEP, forma un gran bloque, “lo que le preocupa a Estados Unidos es que es el acuerdo más importante de libre comercio que se ha firmado en el mundo, porque todas las economías juntas son más grandes que el T-MEC y la Unión Europea”.
Así que con Joe Biden en la presidencia de Estados Unidos se verá más disposición por ubicarse en la escena global, y se espera más diálogo con China.
Para Ley “los aranceles [que impuso el gobierno de Donald Trump] se evaluarán porque no es el camino correcto para presionar a China y hay que usar otros instrumentos geoestratégicos”.
El socio de Agon y exjefe negociador de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ahora T-MEC, Kenneth Smith Ramos, expuso que Biden tiene como sus objetivos construir puentes internacionalmente, es decir, regresar a la escena mundial.
Pero dentro de ese plan deberá resolver el tema de la guerra comercial con China, un país que fortaleció su presencia con la firma del RCEP, a pesar de que ese acuerdo no tiene regulaciones tan profundas como las de otros convenios.
“Estados Unidos y China enfrentan una guerra comercial, armamentista, guerra fría, en torno a quien va a controlar las tecnologías del futuro, telecomunicaciones, producción de semiconductores, todo esto está en juego y es parte del pleito principal”, dijo el experto.
El director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico (Idic), José Luis de la Cruz, explicó que Biden dejó claro que China es uno de los mayores retos para EU.
Por eso, la agenda de Biden va más allá de lo económico, es una cuestión geopolítica y geoeconómica de cua será la próxima hegemonía global.
“Estados Unidos se encerró en sí mismo en los últimos años y China avanzó globalmente con acuerdos comerciales, inversiones e infraestructura en la parte energética”, expuso.