Muchas de las oportunidades para México y América Latina surgen de un momento mundial que está funcionando muy bien, aseguró el director de Asesoría y Productos para las Américas en Julius Baer, Esteban Polidura.
En entrevista con EL UNIVERSAL, dijo que en el ámbito global se anticipa un 2024 en el que seguirán las dinámicas favorables que se veían desde el año pasado.
Además, en este año habrá elecciones en varios países, por lo que señaló que si bien las condiciones económicas globales son favorables, la volatilidad estará presente.
Pero eso no debería ser motivo para evitar tomar ciertos riesgos en mercados financieros, consideró.
El especialista de la institución bancaria suiza ponderó que se debe mirar hacia inversiones con sesgo defensivo y de calidad.
“Pensamos que el ambiente global es positivo, pero puede ser susceptible a la volatilidad por la parte geopolítica”, advirtió.
Polidura dijo que hay eventos políticos que se predicen, como las elecciones, pero no es posible en los geopolíticos, como las guerras.
De ahí que, para invertir en renta fija o bonos, hay que incluir la deuda con grado de inversión, los soberanos y corporativos, pero con la más alta calificación, indicó.
En renta variable o acciones bursátiles pueden ser los sectores defensivos y los de crecimiento con calidad, según su experiencia de más de 20 años en el sector financiero.
“Pensamos que puede ser un año interesante para la renta fija, porque tenemos condiciones económicas favorables, es decir, una economía global en crecimiento, con inflación bajando, y México tiene esas mismas dinámicas”, afirmó.
Además, los bancos centrales tenderán a recortar sus tasas de política monetaria, remarcó.
“Eso comienza a hacer interesante la renta fija. Ya no nada más posicionarse en bonos, sino en bonos a plazos más largos, porque cuando inicien las bajadas de tasas, los que tienen tasas altas y plazos largos van a ser atractivos”, mencionó.
Sin embargo, Polidura advirtió que siempre se debe ser cuidadoso, porque en el contexto de inversión tiene que haber una mezcla de varias clases de activos.
“Un portafolio de un inversionista que tiene un perfil de riesgo balanceado debía estar expuesto más o menos en 52% de acciones, 38% a bonos y el resto en otras clases de activos y en efectivo”, recomendó.
De las elecciones, afirmó que no hay situación en la que sea necesario refugiarse en efectivo u oro.
Del mercado de bonos con grado de inversión, comentó que algunos inversionistas mostraron su inquietud ante las tasas altas.
Lo anterior, ya que muchos emisores habrían empezado a tener problemas para financiar sus operaciones, ante costos de financiamiento elevados que pudieron deteriorar la generación de utilidades, pero también los balances, expuso.