Los mercados petroleros son conocidos por su volatilidad, especialmente cuando son afectados por un “shock” externo de gran dimensión. La guerra árabe-israelí, la Guerra del Golfo, el 9/11, la gran recesión del 2008/2009, todas trajeron cambios mayores en los precios globales y la respuesta de las inversiones de la industria petrolera a estos cambios resultaron en tendencias de aumento y disminución de precios a largo plazo en respuesta a mayor o menor oferta.
En las semanas recientes, hemos visto una caída particularmente brutal en los precios del petróleo, en tanto los mercados fueron golpeados por los factores paralelos tanto de una sobreoferta, como resultado de una guerra de precios causada por la ruptura de la cooperación entre las naciones integrantes de la OPEP, así como de la disminución de la demanda global de petróleo, como resultado de la recesión causada por el Covid-19.
Al tiempo de la publicación de estos artículos que analizan con una mirada especializada el impacto de la disminución de los precios del petróleo en México, los analistas predicen que los precios del petróleo pueden pronto llegar a un dígito; muchos productores alrededor del mundo no serán capaces de extraer petróleo del subsuelo a un costo que sea redituable. El propio México tiene un costo de extracción de entre 14 y 16 dólares por barril, y el último mes ha visto que el precio del barril de crudo mexicano cayó de 61 dólares hasta sólo 10.
Estos son momentos críticos para la industria petrolera mexicana, el gobierno y la sociedad. Al tiempo que el Covid-19 comienza a golpear a la sociedad y la economía mexicanas, la capacidad del gobierno para responder será limitada por sus ingresos provenientes del petróleo. Al mismo tiempo, la suspensión efectiva de la reforma energética del 2013 hecha por la administración de AMLO , y su enfoque en restaurar la anterior gloria de Pemex, será cuestionada en su lucha por respaldar a la empresa nacional de petróleo. Los problemas de Pemex han comenzado a ser un peso muy grande en los indicadores de la deuda interna del gobierno: el 26 de marzo, S&P degradó a México de BBB+ a BBB, haciendo referencia a los “pasivos contingentes” de Pemex y degradó su deuda de B- a CCC+.
En este grupo de textos que reflexionan sobre el tema, John D. Padilla, Jeremy Martin y Lourdes Melgar discuten el impacto de los precios bajos en la política energética del gobierno, en Pemex, en las compañías petroleras privadas y en la fijación del precio del petróleo en México. A pesar de que son solo una instantánea en el tiempo de la crisis de los precios del petróleo, cada uno de los autores plantea ideas hacia el futuro, en los impactos de largo plazo. Lo invito a que lea los tres artículos en los vínculos a continuación.
1.- A continuación lee: "El impacto del precio del petróleo en el sector privado en México", análisis de John D. Padilla
2.-También lee: El mercado de combustibles de México y un "doble golpe", análisis de Jeremy Martin
3.-No olvides leer: "Una política energética en tiempos de Covid-19", análisis de Lourdes Melgar
(Duncan Wood es director del Instituto México del Wilson Center)