ruben.migueles@eluniversal.com.mx
Los temas que merecen mayor atención de los inversionistas sobre la situación económica de México son la relación comercial con Estados Unidos, en particular la ratificación del T-MEC; las cuentas fiscales del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, así como la situación financiera de Pemex, advirtió Roger Aliaga-Díaz, economista en jefe para América de Vanguard.
El representante de la firma de uno de los proveedores de fondos de inversión más grande del mundo, con activos equivalentes a 4.2 millones de millones de dólares, expuso que México atraviesa un año difícil con un bajo crecimiento por alrededor de 1% para este año.
Comentó que el bajo ritmo no se atribuye a la incertidumbre relativa al nuevo gobierno, pues también hay otros factores internacionales, incluida la amenaza de guerra comercial de Estados Unidos con China, que afectaría a la economía mexicana, debido a la fuerte relación con el país vecino.
“El riesgo más importante es probablemente la incertidumbre en el plano de las relaciones comerciales con Estados Unidos, el nuevo tratado de libre comercio todavía no ha sido ratificado por el Congreso, hay expectativas de que pase en diciembre de este año, pero para muchos no será sino hasta el año entrante.
Afirmó que por parte de los mercados internacionales ha habido muchas preguntas con la nueva administración de López Obrador, quien trae apoyo de los votantes y los poderes a su favor en el Congreso. Entonces hay ansiedad de cuál será el rumbo que tome.
El especialista explicó que el nuevo gobierno viene con una agenda de programas sociales importantes y eso, desde el punto de vista del inversionista, particularmente extranjero, crea incertidumbre, porque tradicionalmente los gobiernos que contienen una agenda social más fuerte vienen acompañados de un fuerte aumento en el gasto público con una aumento en el deterioro de las cuentas fiscales.
Sin embargo, el directivo reconoce que el gobierno de López Obrador ha hecho de la solvencia fiscal un punto muy fuerte a mantener y eso genera ser un poco más optimista, si bien con una coyuntura bastante complicada en el corto plazo.
“Somos optimistas porque parece ser que para el nuevo gobierno es importante mantener la solvencia fiscal, así como mantener los otros aspectos de la economía mexicana que la hacen muy líquida, con instituciones fuertes, con un tipo de cambio flotante, y con metas de inflación por el lado de la política monetaria del país.
“Entonces no vemos ninguna amenaza directa a esas instituciones que hacen de la economía mexicana un éxito entre los países emergentes en los últimos años”, dijo.
Bajo evaluación. Sobre el riesgo de que las calificadoras rebajen la evaluación de la deuda soberana, Roger Aliaga-Díaz consideró que “están más en stand by, un poco más mirando qué es lo que va a pasar y cómo se van a definir las políticas del petróleo y las del gobierno en los próximos meses, porque si se mantuviera lo que hemos visto hasta ahora (de estabilidad fiscal), probablemente eso ayudará a resolver algunas incertidumbres”.
Destacó que Pemex es muy importante para la recaudación del nuevo gobierno, pero el proyecto de la administración es muy ambicioso y requiere de un aumento de inversión muy significativo.
Explicó que además se debe conocer si aun con esa inversión Pemex logrará retomar los niveles de producción que se esperan con las reservas probadas que e tienen detectadas en México.
“Pemex es uno de los tres factores que estaremos siguiendo con atención. Así que junto a ese tema observaremos el panorama internacional, particularmente la relación comercial con Estados Unidos y miraremos las cuentas fiscales. Los tres factores son iguales en importancia” destacó el economista en jefe para América de Vanguard.