Las presiones inflacionarias global y en México están lejos de disiparse, además de que pueden empeorar en caso de que haya una escalada de Covid-19.
Por un lado, un reporte de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo (UNCTAD) alertó que si las tarifas de los fletes de contenedores siguen sus altos niveles —que han generado una crisis global en la cadena de suministro—, en 2023 los precios mundiales al consumidor serán 1.5% más altos de lo previsto.
El análisis de la UNCTAD arroja que los niveles de precios de las importaciones en todo el planeta aumentarán 11% en promedio por la subida en fletes.
Además, el subgobernador del Banco de México (Banxico), Jonathan Heath, estimó que la inflación tocará su pico en febrero del próximo año.
“Ahora ya nuestra estimación de fin de año, para diciembre, está entre 7.1% o 7.3%. Realmente es un problema grave. Significa, sin duda, que estamos enfrentando el problema de mayor inflación de los últimos 20 años”, dijo este jueves en la convención del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
“Debe de empezar a solucionarse dentro de unos tres o cuatro meses, llegará a un pico ahí como por febrero, y empezará a disminuir”, señaló.
Esta situación influirá en las decisiones en costos laborales y precios de los productos, dijo.
Además, consideró que uno de los principales retos está relacionado con la pandemia.
“El reto más importante que vamos a enfrentar, y creo que va a ser en el primer trimestre del año entrante, es que no tengamos una cuarta ola de contagios de la pandemia”, advirtió.
El tema de la emergencia sanitaria es importante porque podría retrasar más la recuperación económica, mencionó el subgobernador del Banxico.
“Ya lo vimos en la última ola que tuvimos hace poco, donde tuvimos un nivel récord de contagios, pero un nivel mucho menor de defunciones”, recalcó.
Golpe al consumidor
El Informe sobre el Transporte Marítimo 2021 de la UNCTAD, publicado ayer jueves, mostró que con las mercancías de Asia Oriental destinadas a grandes mercados de América del Norte y Europa, en el caso de las computadoras y de los productos electrónicos y ópticos, el aumento del precio de consumo inducido por la actual subida de fletes podría ser de 11%.
“El encarecimiento del transporte marítimo también afectará a algunos productos de poco valor añadido: los precios de consumo de los muebles y de los productos textiles, de confección y de cuero podrían elevarse 10%. Dichos incrementos podrían erosionar las ventajas competitivas de las economías de menor tamaño que producen esas mercancías”, destacó.
Acción necesaria
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) pidió actuar ante la escalada de precios, pues ya no es sostenible afirmar que será transitorio.
El vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del instituto, Federico Rubli, advirtió que la alta inflación es una preocupación seria.
“Está afectando de manera muy importante el anclaje de las expectativas de inflación de mediano y largo plazo, y requiere de correcciones a la brevedad.
“En México deberíamos de alejarnos de esa narrativa de que es algo transitorio y que se va a corregir por sí solo”, exhortó.
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