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El bloque europeo espera que en junio termine la revisión legal del texto del Tratado de Libre Comercio Unión Europea-México (TLCUEM), a fin de iniciar la traducción del inglés al español y a 22 idiomas más, con lo que el acuerdo comercial se puede firmar y, posteriormente, entrar en vigor a principios de 2020.
El primer consejero y jefe de la Sección Económica y Comercial de la Unión Europea en México, Paolo Caridi, dijo a EL UNIVERSAL que “si todo va bien, nosotros tenemos el objetivo de acabar la firma y la entrada en vigor al inicio del año que viene”.
Una vez que se tenga el documento, se requiere la autorización del Consejo Europeo, entonces se firmará y entrará “la parte puramente comercial”; el tema político y de cooperación requerirá de la aprobación de todos los países “y eso tomará años”, pero la eliminación de aranceles a los productos de intercambio entre ambas partes podrá iniciar al mes siguiente de la firma.
Todo ello pasará si el gobierno mexicano cumple con darles el documento firmado con el nombre de los estados del país que abrirán sus compras de gobierno a los europeos.
“Tenemos un compromiso del gobierno de México para que se permita la participación de empresas de la Unión Europea en las compras públicas de diversas entidades, y que mínimo representen 62.5% del PIB”, comentó.
Se trata, expuso, de una labor que hizo la autoridad mexicana, porque por derecho de la Constitución no se puede obligar a los estados a que abran sus licitaciones, por lo que el gobierno nacional trabajó en “convencer [a los gobernadores] de que abran las compras” a los europeos.
Explicó que la Secretaría de Economía habló con las entidades federativas y que pronto darán un listado de lo que se abrirá en cada una: “Creo que esto es tema de días o semanas. Necesitamos un documento que indique, para cada entidad, un listado que diga qué sector y secretarías están conectadas a cada uno”.
Caridi comentó que el intercambio comercial entre los dos socios se triplicó de 2000 a 2018, “eso significa que el acuerdo existente funciona bien”.
La participación de la UE como proveedor del mercado nacional subió de 6% a 8%, al ser el segundo socio comercial de México.
De 2000 a 2018, las importaciones de productos europeos a México subieron de 13 mil 729 millones a 49 mil 114 millones de dólares, y las exportaciones de bienes hacia ese bloque se incrementaron de 5 mil 280 millones a 23 mil 424 millones.