El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) está al borde del colapso en materia de equipo e instrumental médico, problema que arrastra de administraciones pasadas.
Todas sus unidades, hospitales y clínicas de primer, segundo y tercer nivel operan con equipos e instrumental médico viejo, que cumplieron su vida útil, lo que pone en riesgo la atención y la salud de 52.7 millones de derechohabientes.
De acuerdo con un diagnóstico del instituto, fechado en noviembre pasado, “si se recorre el territorio nacional, los problemas asociados al equipo médico son comunes en unidades médicas e instituciones de atención a la salud, si bien varían en escala de severidad, pero con problemas como: baja calidad en la prestación de los servicios de salud, ocasionada por falta de disponibilidad de equipos médicos involucrados en el diagnóstico y tratamiento del paciente, a causa de no contar con insumos, funcionar inapropiadamente o estar fuera de operación por descompostura o sobreuso”.
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En relación con la infraestructura mobiliaria, el IMSS identificó la existencia de equipo médico e instrumental quirúrgico estropeados y en algunos casos antiguos, pues han rebasado su vida útil, lo que trunca diagnósticos y tratamientos, así como complicaciones en la enfermedad, ocasionando deterioro de la salud del paciente, y al instituto la imposibilidad de ofrecer un mejor tratamiento.
El IMSS calcula que el promedio de antigüedad de equipos por nivel de atención es, en el primero, 35 años, y del segundo y tercero, 36 años.
Sostiene que “cuando un equipo médico no está disponible para un diagnóstico, tratamiento, procedimiento, ya sea a consecuencia de falta de insumos, refacciones o de mantenimiento, se compromete la prestación de servicios a la población, produciéndose retrasos en citas y cirugías, entre otros”.
Demanda de recursos
Las autoridades del IMSS plantean realizar una derrama económica entre empresas especializadas en instrumentos y equipo médico por casi 5 mil 786.5 millones en 2020 para resolver esta problemática.
Al cierre de 2019, calcula que el déficit de inversiones en equipo e instrumentos médicos es de 201 mil artículos, con valor aproximado de 18 mil 611 millones de pesos, recursos que no son posibles “tener en este momento, y quizá tampoco son posibles ejercer en un solo periodo fiscal”, por lo que es necesario seleccionar bienes que se puede adquirir en el corto plazo.
Las unidades de primer nivel demandan de inmediato 13 mil 766 de estos artículos; el segundo, 18 mil 280, y el tercero, 11 mil 13.
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A finales de este año, el instituto opera con mil 516 unidades de primer nivel, de las cuales mil 30 son Unidades de Medicina Familiar (UMF) y 381 Unidades Auxiliares de Medicina Familiar.
En el segundo nivel, el inventario arroja 248 unidades, de las cuales 111 son hospitales de medicina familiar, cuatro hospitales con Unidades Médicas de Atención Ambulatoria (UMAA), 124 hospitales, nueve UMAA y dos Unidades de apoyo a la atención médica.
En tercer nivel se reportan 36 unidades, de las cuales 25 son Unidades Médicas de Alta Especialidad, 11 complementarias, y dos de apoyo a la atención.
El IMSS reconoce que la falta de suministro de equipo médico o reemplazo por el mal estado, repercute en la salud de derechohabientes y en sus finanzas.