En México se aproxima un diálogo complicado en torno a la reforma tributaria , porque por una parte hay intereses de corto plazo que llevarán a algunos actores a hacer propuestas ridículas para imponer impuestos a golosinas y refrescos, a pesar de que el gran problema del país es que no se han preocupado por disminuir la informalidad, dijo el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) , Carlos Salazar Lomelín .
Para el líder de la máxima cúpula empresarial, la construcción de un mejor país no debe quedar en manos de quienes tienen intereses “cortoplacistas”, de partidos políticos o de políticos, sobre todo ahora que está por iniciarse un diálogo complicado por la reforma tributaria.
Expuso que esta semana en la reunión de la Comisión Ejecutiva de los 12 organismos que integran el CCE trabajarán en propuestas concretas para promover la formalización de micro, pequeñas y medianas empresas en México, una iniciativa que presentarán a la Secretaría de Hacienda.
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“Nuestro argumento de arranque en este momento es que ellos tienen que atacar la informalidad”, y cumplir con lo que dice la Constitución de que los mexicanos estamos obligados a contribuir con el erario público.
Porque de los 56 millones de personas que son parte de la fuerza laboral, solamente 20 millones tienen un trabajo formal y “nadie se preocupa de los 36 restantes, ni los empresarios y mucho menos la autoridad. Nuestro comentario cuando hablan de estos temas fiscales es que se ocupe primero de esos 36 millones porque representan 25% de la economía”.
El gobierno debe de atender el tema de la informalidad y el sector privado presentará “cosas prácticas, concretas, que le dan dinero, pero que sin incentivos no se lograran”, comentó durante su participación en la reunión del Consejo Directivo de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra).
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Sin embargo, comentó que en esta discusión sobre la reforma tributaria “vas a ver las propuestas más increíblemente ridículas que te puedas imaginar, va a haber un poco de todo…van a tratar de proponer cosas que no nos van a gustar y que habrá que pelearlas”.
Por ejemplo, en lugar de pensar en formalizar pueden “querer ponerle impuestos al refresco y a que si te comes un gansito vas a pagar 50 pesos. Va a haber de chile y de manteca, vamos a tener unos meses diría yo, muy complicados, y sobre todo en las organizaciones empresariales”.
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