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Los flujos de remesas que recibieron los países de América Latina y el Caribe totalizaron 101 mil 500 millones de dólares al cierre de 2020 con costos menores de envío, informó el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla).
Ello representa un crecimiento de 8.3% comparado con los flujos del año anterior, similar a lo observado en 2019, cuando ascendieron a 93 mil 700, destacó al enfatizar que el resultado se logró contrario a las estimaciones previstas al inicio de la pandemia, que esperaban una significativa reducción de hasta 20%.
En el reporte ampliado La pandemia del Covid-19 y las remesas a Latinoamérica y el Caribe en 2020 destacó que un factor decisivo para este comportamiento fue el apoyo financiero que dieron muchos países receptores de migrantes a los trabajadores afectados por la pandemia.
Fue un soporte que mitigó la pérdida de ingresos y que, junto con el uso de ahorros, permitió a los migrantes de América Latina y el Caribe enviar dinero a sus allegados familiares y para los cuales muchas veces las remesas se convirtieron en la fuente principal de ingresos, ponderó.
Hizo ver que estas variaciones reconfiguraron ligeramente la composición de las remesas que recibe cada subregión respecto al total de América Latina, donde México y el Caribe ganaron 1.2% y 1% de participación en el total regional, respectivamente, mientras que Sudamérica y Centroamérica lo perdieron con -1.7% y -0.5%, respectivamente.
Un aspecto que diferenció el envío de las remesas fue que ante el cierre de varios negocios especializados en esos sectores por la pandemia, muchos operadores de remesas actuaron rápidamente creando y ofreciendo servicios no presenciales.
Esto permitió a los migrantes recuperar el envío de estos recursos a sus seres próximos y, además, evitó que los costos de estas transferencias se elevaran, como inicialmente se había pronosticado.