Las nuevas disposiciones en materia de subcontratación entraron en vigor el pasado 24 de abril, y con ellas llegó la transformación del mercado laboral mexicano que promueve nuevas formas de relaciones laborales y comerciales, mismas que experimentarán la evolución de las empresas de subcontratación dentro del nuevo marco de la ley.
La industria enfocada a la subcontratación seguirá operando y no sólo eso, ya que evoluciona para otorgar los servicios especializados que demandan las actividades económicas del país.
“Es importante destacar que las empresas -que además formamos parte de la AMECH- evolucionamos y seguimos adaptándonos para cumplir con todas las leyes y reglamentos como siempre lo hemos hecho”, afirmó Héctor Márquez, director de relaciones institucionales de ManpowerGroup.
En ese sentido, las compañías de subcontratación mantienen sus inversiones en el mercado laboral mexicano y están transformándose para continuar sus operaciones y ofrecer servicios y obras especializadas a partir del 1 de agosto, así como los demás servicios permitidos por la nueva ley, otorgando certidumbre y competitividad a sus clientes.
Vale la pena resaltar que los contratos comerciales celebrados con anterioridad a la publicación de la ley pueden continuar durante el periodo transitorio. “Es decir, durante el periodo del 24 de abril al 31 de julio el servicio de subcontratación de personal puede seguirse prestando y las facturas siguen siendo deducibles”, detalló Márquez Pitol.
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El talento mexicano encontrará en las empresas de servicios especializados nuevas rutas para potencializar sus habilidades y carrera laboral; “tenemos el compromiso ético de incentivar el empleo formal, apoyar a los sectores vulnerables de la población que se ven rezagados en oportunidades laborales, y mantener bajo las reglas de operación que dictan las autoridades mexicanas las actividades de la industria”, añadió el directivo.
Ante la espera del reglamento que emita la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) para el registro de las empresas con razón de ofrecer servicios especializados, es necesario recalcar que para una mejor transición de modelos, el trabajo colaborativo y eficiente entre las instituciones públicas y el sector del capital humano será clave para que no se opten por modelos evasores en la contratación del personal antes subcontratado.
La vigilancia y sanción sobre las malas prácticas deben aplicarse, ya que una ley no generará empleos formales y eliminará las afectaciones al empleo por sí misma sino hay un compromiso activo y continuo en resolver los problemas.
“En el tiempo veremos los resultados de esta legislación; el termómetro será la creación de empleo donde veamos si tiende hacia la informalidad o la formalidad.
Sabemos que en el corto plazo tenemos un reto muy importante en la generación del empleo formal por diversas circunstancias incluyendo la pandemia”, advirtió Márquez.
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