El mercado ya absorbió el impacto en los fertilizantes y granos por la guerra en Ucrania, de modo que ya no se espera que los cárnicos suban más de precio, pero tampoco se ve una disminución, dijo Ernesto Hermosillo, presidente del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne).
“Los precios ya llegaron a donde tenían que llegar” por el fenómeno de la inflación, ahora se tiene la ventaja de que el peso frente dólar favorece la estabilidad, aunque se puede ver un incremento si la paridad sube dos pesos, señaló a EL UNIVERSAL.
Desde su punto de vista, ya se controló el tema de los brotes de fiebre porcina y de gripe aviar, y ahora está el posible impacto de prohibir importar maíz transgénico para consumo humano en México.
Sin embargo, dijo, la inseguridad en las carreteras sigue metiendo presión en los precios de los cárnicos, porque “es un problemón, hay un robo cada semana… eso hace que sea más caro el flete, que haya empresas que no quieran ir a ciertas zonas, que se requiera escoltar un camión”.
A un año de que el gobierno anunció el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) y a siete meses del Acuerdo de Apertura Contra la Carestía y la Inflación (Apecic), los precios no bajaron, fue “buena idea, se simplificaron los trámites, pero no puedes traer carne a precios competitivos”, opinó Hermosillo.
Por ejemplo, a pesar de las facilidades, de enero a la fecha solamente entraron tres toneladas de carne de Argentina, “una sexta parte de un contenedor, realmente no ha entrado”, y de Brasil, “450 toneladas, pero estás hablando de 23 contenedores, cajas de trailers… realmente no pinta”.
En cárnicos los mexicanos son muy competitivos y para 2023 “esperamos que el consumo siga creciendo de tal forma que nos permita que cada vez más gente pueda consumir la proteína cárnica” e incluso México pueda llegar al quinto lugar de consumo y rebasar a Reino Unido, comentó.
Optan por cerdo
Los incrementos de precios que se registraron el año pasado en la carne de pollo generaron que los mexicanos aumentaron su consumo de carne de cerdo, explicó el presidente de Comecarne.
De 2019 a 2022, el consumo de carne de cerdo por persona subió de 19.9 a 22.8 kilos, destacó el dirigente del consejo.
El año pasado, el kilo de pechuga estuvo en alrededor de 120 pesos, mientras la chuleta de cerdo en 130 pesos, así que no había gran diferencia, de modo que, “por los precios del pollo se subió el consumo de cerdo, se dio un jaloncito en 2022, porque la gente empieza a cambiar de proteína cuando se empieza a poner al mismo nivel”, dijo.
En la carne de pollo, el incremento en el consumo por mexicano fue de 34.5 a 36.5 kilos en el mismo período, mientras que en el caso de la carne de res pasó de 15.5 a 15.7 kilos.